Desde el momento en que el tridente holográfico apareció en la cabeza del enclenque ese, pareció despertar viejos rumores y hasta una profecía fatídica acerca de un hijo de los tres grandes que tendría en su poder el destruir al Olimpo o salvarlo,además se le acusó de haber robado el rayo maestro de Zeus, creo que el gamberro ese ya tenía suficiente con toda esa presión como para agregarle más, por tanto dejé de molestarlo un poco, aún así mis ganas de matarlo no disminuían, había roto mi lanza de electricidad que me había dado mi padre.
En fin, unos días después partió en una búsqueda para recuperar el rayo, se llevó a la chica, Annabeth y a un sátiro, menudo trío en una búsqueda imposible, en el campamento los rumores no hicieron sino aumentar, nadie tenía mucha esperanza que pudieran resolver el asunto en siete días, todo el campamento se hundió en nerviosismo, a preguntarse que pasaría si el rayo no era devuelto a Zeus, ¿cómo funcionaba una guerra ente los dioses?, ¿tomarían partido los demás olímpicos para defender el honor de alguno?
Cuatro días antes del solsticio las cosas se pusieron mal, todo empezó con una broma de los hijos de Apolo hacia los hijos de Atenea, se dijeron cosas de Annabeth, que, siendo hija de la diosa viajaba con el hijo de Poseidón para confundirlo, al final no terminó bien porque los hijos de Atenea regresaron a su cabaña y sacaron armas para hacer callar a los hijos de Apolo, hice señas a mis hermanos para que fueran por sus armas también, tenía que detener esa locura, cuando llegamos los hijos de Atenea dijeron algo ofensivo de mi padre, acerca que era un cobarde, no pudimos tolerar esos comentarios sin sentido y el espíritu de la lucha nos invadió y comenzamos a luchar unos con otros.
Quirón llegó y gritó, apartó semidioses y corría de una lado a otro deteniendo peleas, nunca había visto al centauro tan enojado como ese día, nos castigó a todos los involucrados, pero al día siguiente la tensión volvía a ser igual, tuve que dormir con la armadura puesta en caso algo sucediese en la noche.
El día del solsticio llegó y no habíamos recibido ninguna noticia del rayo, al día siguiente comenzaría una pelea más grande en el caso que la búsqueda fuera fallida, desde el amanecer todos estaban inquietos, corrían de un lado a otro llevando armas, formando barricadas alrededor de las cabañas.
Afortunadamente en la noche supimos que el rayo había sido devuelto y que las cosas se habían resuelto, al parecer el gamberro de Percy Jackson no era tan inútil como parecía, también descubrimos que entre nosotros había traidores, semidioses que se habían unido al titán Cronos, para derrocar a los Olímpicos, se decía que el robo del rayo era solo el inicio de nuestros problemas.
Percy Jackson se metió en muchos problemas, incluso humilló a mi padre, lo cual agregué gustosa a mi lista de cosas por cobrarle, pero se marchó a su casa el día en que pensaba hacerlo.
El resto de ese año transcurrió con relativa normalidad, intenté volver a casa, pero cada día una empusa, una hidra o un lestrigón intentaba atacarme, los exterminé a todos, obviamente no podía quedarme, pero fue agradable estar allá, volví en menos de un mes al campamento.
Como dije, el robo del rayo fue solo el comienzo de nuestros problemas, antes de comenzar el verano nuevamente, mientras estaba en una práctica de pelea con espada, escuchamos un rugido, nada inusual, posiblemente gigantes peleando por entrar al campamento, pero luego de unos minutos, los rugidos se oyeron más y más cerca, espada en mano me asomé hacia la colina mestiza y para sorpresa un par de gigantes bajaban por ella como si la protección mágica no estuviese.
Corrí y ataqué al primer gigante, lo derribé y le ensarté la espada en el pecho, el otro gigante trató de golpearme, pero lo esquivé, lancé varias estocadas hasta que mi espada encontró su pierna, ambos se fueron directo al Tártaro.
Ese día comenzaron los ataques, Quirón y otros campistas subimos a la cima de la colina solo para darnos cuenta que el árbol tenía un color extraño y las hojas caían a pesar que no era la época, Quirón examinó el pino y con una preocupación evidente en su rostro nos dijo:
-¡El pino de Thalia ha sido envenenado!
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Hija de Ares, salvadora del Olimpo
FanficCuando todos me ven, me temen, huyen de mi, y realmente yo he creado esa fama, mi padre es Ares, dios de la guerra, ¿ qué más se podría esperar? He tenido que ser dura para sobrevivir, he atestiguado sucesos que me han enseñado a ser así... Yo estuv...