—Listo, ya tu corpiño está ajustado –dijo Vanessa a Angelina.
—¡Me has dejado sin respiración! –se quejó la muchacha tomando bocanadas de aire.
—Esa es la idea, debemos sacrificarnos para lucir hermosas.
—Me parece injusto, nosotras debemos usar corsés y tacones altos para modelar una mejor postura, y cada vez que no los quitamos quedamos con un dolor terrible, y todo para complacer a los hombres que no se merecen ninguna de nuestras lágrimas.
—¡Vaya!, me saliste feminista, pero no lo mires de esa manera, la belleza es poder y la ropa y accesorios es la única cosa que tenemos para podernos expresar en un mundo regido por hombres –Angelina suspiró con tristeza –, pero ya quita esa cara, dentro de muy poco el duque mandara por ti, y déjame decirte que la gente que oímos describirlo quedaron cortas, porque Michael Davenport es monumental.
—Por favor Vanessa, Michael es mi amigo y así debo seguir viéndolo.
—No creo que él piense igual, la manera en como te miraba la noche que vino no era mirada de amigos ni mucho menos de hermanos.
—Él me invito a su finca solo para ponernos al corriente, pero debo poner distancias, ya no deseo sufrir más por hombres prohibidos.
—Angelina, deja que Michael se acerque a ti, necesitas protección y más ahora por lo que me contaste de Caden; si ese hombre se ha obsesionado contigo no te dejará en paz tan fácilmente.
—Eso es otro problema que no me deja dormir, y no sabes cuánto alivio, siento que William esté con mi madre, no soportaría que Caden lastimara a mis seres queridos por causa de mis rechazos.
—¿Aún lo amas?
—Caden me lastimó profundamente Vanesa, me uso y se burló de mí, aunque lo niegue. No te voy a mentir, llegue a quererlo, pero mis sentimientos han ido cambiando y él ahora es un hombre casado.
—Y ahora Michael vuelve –agregó Vanesa con una sonrisa, Angelina quedo en silencio y terminó de arreglarse el traje abotonándoselo al nivel de la cintura, luego colocó un prendedor en forma de orquídea en una de las solapas, al poco rato Clara subió para avisarles que el carruaje de Michael había venido por ella.
—Ya bajo, casi termino –Clara se acercó hasta el tocador de Angelina y tomó el sombrero de velo y se lo colocó.
—Este accesorio era el que te faltaba, luces regia.
—Gracias, madre, pero no estoy de humor para escuchar halagos.
—Angelina decir la verdad no es pecado —. Las tres damas bajaron, Clara y Angelina llegaron hasta la puerta, antes de marcharse Clara se refirió a Vanessa: —Confío en ti, sé que entre Martina y tú cuidaran muy bien de la tienda.
—No te preocupes, ya tengo una la lista de lo que me pediste, así que vayan y disfruten —un sirviente bajó del carruaje y junto al cochero subieron las valijas de las damas, luego las ayudaron a subir al carruaje, escoltadas por otro sirviente, ya en el interior del carruaje el cochero emprendió el camino hacia el encuentro con el duque de St Moritz.
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Angelina "Amar o Morir" LIBRO II (TERMINADA)
Historical FictionLa vida de Angelina ha dado un giro dramático luego de enterarse de que fue víctima del engaño por parte de Caden Greenwood, que se ha casado con Miriam Hamilton, rompiendo con la promesa que le había hecho. Hundida en la decepción, Angelina pront...