¥INSENSIBLE¥

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Michael

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Michael.

"El orgullo, el ego, las necesidades y los hábitos egoístas; van cayendo cuando de amar con todo lo que exista en tu alma se trata..., hijo mío, las pruebas fuertes están por iniciar y necesitarás de todas tus fuerzas." —La voz fantasmal de Claudia Wiggins se fue abriendo paso en la inconsciencia del Duque. —"Únicamente los golpes, y las circunstancias más dolorosas, son las pruebas irrefutables que poseen el poder de sacar a flote el verdadero "YO"... Michael ten cuidado, no permitas que tu alma se vuelva negra por la sed de la venganza" —la voz se fue volviendo lastimosa, y llena de dolor; seguidamente, aquellas imágenes difusas con forma de Claudia se fueron transformando en lluvia de sangre, cuyo color flagelante dio la forma de un hombre que llevaba puesto una máscara blanca, y en su mano un cuchillo que brillaba con destellos de luz espectral.

Michael despertó bañado en sudor y con la terrible sensación de peligro. El duque se levantó sofocado, necesitó salir de su alcoba, la imagen de Caden Greenwood invadió sus pensamientos logrando que la ira aflorara, y a su vez experimentaba impotencia por no lograr comprender que trataba de decirle su madre, quizás ella quería mostrarle el rostro de su asesino, reflexionó. Michael salió de su habitación para disipar la angustia que le dejó la visión, notó que ya eran las 3:00 de la madrugada, aun así, eso no lo detuvo en llegar frente a la habitación de Angelina, él sabía que no estaba sola, Clara fue muy puntual en sus condiciones y en exigir su deseo por estar en la misma habitación de su hija. El duque se detuvo tras la puerta y recostó su cabeza sobre esta, presagiaba un dolor extraño en su alma, que se iba esparciendo por todas sus terminaciones nerviosas; se descubrió experimentando miedo, y a la vez la necesidad imperiosa de casarse con Angelina sin importar las reglas que lo ataban a un título tan importante y exigente, ¡quería enviar todo al demonio! Vivir una vida sencilla y normal al lado de la mujer de la cual se había enamorado, y no repetir la historia de su padre. Aquella madrugada, no solamente Michael sufría de insomnio, Emilia también había sido invadida por los fantasmas del pasado que decidieron visitarla, espantando su sueño; y al igual que el duque decidió recorrer la silente casa; en su caminata nocturna percibió a Michael deambular por los pasillos, sin perder tiempo lo siguió arropada por el sigilo; lo que descubrió la terminó de atormentar, verlo detenerse frente a la puerta de la habitación de aquella mujer la puso en un estado de alarma grave, sabía que cada segundo contaba. Ella fue testigo de como el nuevo duque de St. Moritz frente a aquella puerta clavaba su alma al altar de Angelina Elliot...

Horas más tarde.

Antes de emprender a cumplir con sus compromisos, Michael dio la orden de avisar a Angelina que la esperaba en la terraza, quería desayunar a solas con ella, sabía que Emilia no estaría en la residencia y Clara sería la compañía de William. El duque advertía la urgencia de apresurar sus anhelos. La sensación de acechanza por parte de sus enemigos lo envolvía completamente.

Mientras Angelina llegaba, Michael pidió a uno de los sirvientes traer el desayuno para dos, el hombre se alejó para cumplir las órdenes. El duque tomó un sorbo de su té, nuevamente sus pensamientos escapaban ubicándose en el sueño que tuvo con su madre, sus palabras advirtiendo que su entereza sería puesta a prueba lo volvió a inquietar, rara vez sus premoniciones no se cumplían, entonces deseó que la desagradable sensación fuera el resultado del estrés al que últimamente había estado sometido.

Angelina "Amar o Morir" LIBRO II  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora