[Soledad]

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Bakugo suspiró, por doceava vez en aquella noche. Estaba cansado, por tener que recibir un título que sabía que no merecía.

Todo porque Deku había decidido retirarse del mundo del heroísmo tras el nacimiento de su primer hijo. Y debido a su ausencia, los altos mandos habían decido nombrar a Dynamight como héroe número uno de Japón.

Estaba molesto, pues sabía que el título no le correspondía, pertenecía genuinamente a su mejor amigo peliverde, y aún así, no le habían dado chance para negarse. Y allí estaba, a mitad de una celebración con cientos de héroes, felicitándolo por aquel logro que no sentía propio.

Hace bastantes años de su vida había aceptado (y con orgullo) el puesto número dos, tras reconocer la valía de Deku como número uno. Y que ahora de pronto lo promovieran de ese modo, se sentía fuera de lugar.

Él también quería hacer otras cosas con su vida. Quizás, también casarse, y formar una familia. Varias veces se había cuestionado si su soledad le traía algo bueno a su vida, o no.

Recordó vagamente, su último día como alumno en U.A.

Aquella hermosa chica rana, de cabellera verde, larga y sedosa, le había confesado sus sentimientos con una honestidad intachable y digna de admirar. Y sí, Bakugo le correspondía de todo corazón. Sin embargo, era joven e inexperto, de modo que decidió optar por sus metas en el mundo del heroísmo, antes que seguir a su corazón.

Y Tsuyu lo había entendido, aunque con el corazón hecho pedazos.

Ya habían pasado siete años de aquel momento, y él sentía en el alma, que el pasar de los años solo le había provocado que amara todavía más a aquella mujer.

Se la había encontrado un par de veces, por asuntos de trabajo, pero jamás habían podido conversar apropiadamente, o al menos, no como a él le hubiese gustado.

Por el altavoz, anunciaban otra vez, que el gran héroe Dynamight era poseedor del puesto número uno, y enumeraban cientos de cualidades que ya comenzaban a hartarle. Cuando decidió que ya estaba aburrido del director de una agencia de héroes de quién sabe dónde en Australia, se volteó para caminar hasta la mesa, dispuesto a servirse un vaso de ponche.

Y allí, de pie frente a la mesa, pudo distinguir en la lejanía, una cabellera verde ligeramente más corta de lo que recordaba, pues no alcanzaba a cubrir por completo su espalda; la que, por cierto, se hallaba expuesta hasta la cadera, debido al pronunciado escote de su vestido verde lima.

Sirvió un vaso adicional de ponche, tragó saliva y, antes de que alguien más se acercara a felicitarlo, salió por el pasillo con la velocidad de un relámpago, atravesando la estancia rumbo a aquella solitaria mujer, quien se había recargado contra el marco del ventanal del balcón.

– "¿Gustas un trago?" – ofreció apenas apareció tras ella.

Los ojos de la chica parecieron iluminarse tras su llegada, y con una sonrisa, aceptó el vaso que el héroe le ofrecía.

Sin duda, aquello era el inicio de una larga y amena charla, escondidos en aquel balcón y bajo la luz de las estrellas. Una charla que podría conducir el curso de sus vidas hacia un rumbo inesperado.

~*Fin*~

Katsuki y Tsuyu enamorándose ya como pro-heros es una idea que me llama mucho también <3

Quizás algún día haga un fic sobre este pedacito jeje

¡Ojalá que lo disfruten!

Katsuyu / Bakutsuyu Drabbles!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora