– "¡Vamos, Katsuki-chan! Eres muy lento" – exclamó la mujer de cabellera verde, corriendo presurosa delante de él.
Se había empeñado en llegar a la orilla del mar primero, y sabía que él no se negaría al desafío.
El rubio miró en todas direcciones, y al cerciorarse de que nadie le prestaba demasiada atención, utilizó su quirk para elevarse por sobre la arena y sobrepasar a la mujer.
– "¡Gané!" – exclamó dándole la espalda, mientras las casi desvanecidas olas del mar que llegaban a la orilla le acariciaban los pies descalzos.
Sin embargo, en cuanto volteó para entregarle a la peliverde su sonrisa triunfante, la encontró justo delante de él. Se le lanzó encima, logrando empujarlo y tirarlo de espaldas al mar, ella sobre él.
El travieso viento se llevó lejos el sombrero de Tsuyu, sin embargo, ella no le prestó demasiada atención, pues estaba muy divertida y riendo, al observar al rubio empapado.
– "¡Oye! Eso es trampa" – gruñó él, alzando los brazos para sujetarla por la cintura y girar sobre sí mismo, para darle la vuelta y atraer a la mujer consigo al mar.
– "Tú hiciste trampa primero, kero" – continuó riendo ella, mientras se aferraba a él.
Katsuki le besó la frente, y luego comenzó a reír con ella.
Disfrutaron de la tarde en la playa, hasta que, sin previo aviso, el cielo se vio ensombrecido por nubes de lluvia, y amenazó con interrumpir su animada conversación.
– "Casi lo olvido. El pronóstico anunciaba lluvia para esta noche. Supongo que se habrá adelantado un poco, kero"
– "Regresemos, de todos modos, necesito una ducha urgente. La maldita arena no conoce límites"
La peliverde rio, pues sabía exactamente a lo que el rubio se refería.
En su caminata hasta la cabaña, Tsuyu recibió una llamada de su mejor amiga, la cual se apresuró a contestar.
– "¡Tsuyu-chan! ¿No estoy interrumpiendo, o sí?" – le preguntó, seguido de una risilla.
– "Para nada, kero. De hecho, estamos llegando a la cabaña, el clima cambió repentinamente y ahora huimos de la lluvia" – la peliverde sonrió al observar como Katsuki sacaba las llaves, mientras pateaba lejos sus sandalias mojadas.
– "Te diría que lo lamento mucho, pero sabiendo lo mucho que amas la lluvia, supongo que me alegro por ti" – le animó la castaña – "Y si Bakugo te da muchos problemas, ya sabes que siempre puedes buscar un sustituto"
Tsuyu rio ante el comentario, y aprovechó la ocasión para observar al mencionado. Él se hallaba ahora en la labor de encender la chimenea antes de que comenzara a caer la lluvia, a sabiendas de que sería una noche fría.
– "Imposible. No cambiaría a este gruñón por nada. Y aunque quisiera ya no puedo, el anillo me lo impide"
– "¡Escuché eso, Tsuyu! ¿Quién mierdas te está diciendo que me dejes?" – exclamó Bakugo, con un par de leños al hombro.
Ambas mujeres al teléfono comenzaron a reír, y acto seguido, se despidieron, mientras en las afueras de la cabaña se comenzaba a sentir el sonido de la lluvia caer.
La peliverde se acercó al rubio mientras este atizaba el fuego, y le abrazó por la espalda. Katsuki le atrapó las manos y se las besó con cuidado. Luego se volteó para besarla en los labios.
– "Así que, ¿planeando dejarme en plena luna de miel? Eso es muy malo de tu parte"– susurró en su oído, mientras la abrazaba.
– "Jamás, Katsuki" – susurró en el mismo tono que él – "No podrías vivir sin mi"
Bakugo sonrió ante su astuto comentario, y aprovechó para besarle el cuello, y descansar el rostro allí, mientras ella le acariciaba el cabello.
Amaba a esa mujer. Pero amaba todavía más que fuera SU mujer, de la misma forma en que él amaba ser SU hombre.
~*Fin*~
Cuando escribí este cap, acababa de terminar el episodio de la boda, del juego "Corazón de Melón", o "My Candy Love".
Mi ruta siempre fue Castiel, que la verdad, en lo gruñón se parece mucho a Bakugo XD Y pues, la idea del matrimonio en la playa me gustó mucho, así que lo usé de inspiración 🤗
Espero que les guste :3
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Katsuyu / Bakutsuyu Drabbles!
FanfictionAquí hay una serie de pequeños drabbles que comencé a hacer hace poco, gracias a un reto de literatura de la bella @Sara_Queenx 🥰 Cada capítulo es independiente entre sí, son historias cortas. Pero aún así, me agrada poder compartirlas, así que esp...