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--Escucha bien guapo, lo que quiero es hablar con tu jefe. Sé quien es, y, te lo digo, mis credenciales hablan por mi... ¿Acaso quieres comprobarlo? -- Jakotsu desenvaina su letal espada serpiente mientras habla seductor, con una voz nasal causada por dormir con el aire acondicionado prendido tan molesta, que su interlocutor, Muhara, piensa que desearía poder partirle la cabeza en dos con sus manos a ese payaso maricón, pero, tras conformar junto con Jakotsu el enigmático vals del mata o muere , y terminar, por falta de agilidad y fuerza en sus músculos, inmóvil secuestrado y atado, su orgullo herido lo enmudece. Jamas lo llevara ante Naraku. Los siete guerreros se acabaron hace muchos años, y aunque se trate de un asesino hábil, Muhara jamás permitiría que su jefe contratara a un homosexual de mierda como ese...

--No... cariño; yo que tu alejaría esos pensamientos. –Muhara mira con desden a Jakotsu. EL Segundo de los siete guerreros conoce esa mirada de prejuicio y también de odio. Si fuera por el, lo asesinaría ahí mismo.
--¿Te crees muy macho, estúpido insecto!? —Su sanguinaria espada corta como si se tratara de mantequilla la muñeca de Muhara, en una escandalosa, roja y caótica escena al estilo Tarantino. Los gritos de Muhara son desgarradores y le generan a Jakotsu un vertiginoso placer. Se complace de escucharle sufrir, hasta que el impacto de una bala de sal  le entumece la mano.  Suelta su espada y cuando va a llevar su mano izquierda a la pistola en su cinturón, otra proveniente del lado opuesto se impacta en su hombro. Jakotsu se debate con toda la fuerza de su cuerpo contra las dos sombras que lo golpean, y tratan de inmovilizarlo. Son demasiado fuertes para él. Inuyasha se encarga de someter a Jakotsu Y Sesshoumaru le ata de pies y manos, una vez habiéndolo dejado sin aliento con un estrepitoso golpe en el estomago.

(Es escurridizo. Antes de intentar matarlo. Se debe dejar en estado indefenso para poder atarle sin problemas, sin patadas, sin gritos innecesarios. Todo esto puedo pensarlo yo, pero, aun así, de esta misión esta a cargo el imbécil de Inuyasha... Mi padre debe estar comprometido con poner a prueba mi temperamento. Este idiota jamás habría pensado en ello. Si yo no estuviera aquí... ) Sesshoumaru deja en segundo plano correr sus pensamientos a voluntad. No puede evitar darle vueltas al hecho de esta siguiendo la dirección de su medio hermano menor y además, todo le había salido tan bien al muy maldito.

Al llegar al apartamento de Muhara, guiados por Shippo y Myoga, su maestro, había rastros de forcejeo, claramente lo habían secuestrado tan solo minutos atrás, pues , desde la ventana del estudio de Muhara, pudieron ver a una silueta particularmente exagerada, metiendo un bulto enorme y aparentemente pesado en un camión de carga pequeño que estaba estacionado en el callejón a un lado del edificio, oculto por las sombras. Los hermanos no tardaron en saber de quién se trataba. Seguirlo fue sencillo y neutralizarlo pues, les llevo algo de tiempo, Jakotsu es veloz, pero entre los dos hijos del Inu no Taisho son prácticamente invencibles, el problema es hacerlos trabajar juntos.

Jakotsu tarda tan solo unos minutos en recuperar el conocimiento. El idiota de Sesshoumaru se había pasado. Cuando es consiente de sí, Inuyasha esta de pie frente a el. Aunque el guerrero no puede ver su rostro y su cabello precioso, tiene estudiada su estatura y complexión tan bien, que le reconoceia absolutamente en su traje de asesino. (Inuyasha lindo) piensa mordiéndose la legua. Observa rápidamente su entorno. Siguen en la bodega donde llevo él mismo a Muhara para pedirle que le reclutara para servir a Naraku, pero el cuerpo sin mano del abogado y, al parecer gánster, no esta. Seguramente los Taisho se lo han llevado para sus fines. (Les hice la mitad del trabajo... que decepción...) piensa Jakotsu sonriendo ante el recuerdo de haber llenado el filo de su espada serpiente de sangre. Sus manos, pies y rodillas están dolorosamente atadas con cables. Apenas y podñia circular su sangre. (Puedo imaginar quien me ató...)

--ha sido sencillo atraparte Jakotsu, estas distraído... ¿Qué pasa? ¿Por qué violas el pacto con Kaede idiota? Tus hermanos y tu no tienen licencia para actuar por cuenta propia. – Inuyasha se encuclilla frente a Jakotsu, que permanece en el suelo, atado.

Asesinos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora