Autocontrol

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Kochou no fue gentil con Kyojuro cuando de su rehabilitación se trataba.

—Te divertiste un buen rato, Kyojuro. Encontrarás que tu rehabilitación también es divertida. — dijo ella mientras obligaba a su pecho bajar lo más que podía, tratando de tocar el suelo.

—Estas disfrutando esto, ¿verdad?

—¿Yo? — su voz suena tan sarcástica — claro que no.

¡Mentirosa!

Kochou le dijo que la espada de Tanjiro había sido destrozada en la misión del barrio rojo y que su herrero se había negado a forjar otra, por lo que el niño debía ir en persona para hablar con él.

—Su herrero tiene muy mala actitud. — Kyojuro recuerda al suyo, es tranquilo pero apasionado. Lo cierto es que hasta que no pase su recuperación, no pedirá una nueva espada por ahora. Los Kakushis le dieron su espada rota y se dio la libertar de quitar su Tsuba y guardarla debajo de su almohada.

—¿Verdad que sí? También escuche por ahí que Mitsuri y Tokito estarían por ahí.

Ah, su linda Kohai. Una alfa fuerte a pesar de su apariencia frágil. Pensar en ella llena a Kyojuro de orgullo. Incluso cuando Mitsuri se presentó como alfa, la chica generalmente es nerviosa cuando se trata de hablar sobre las presentaciones.

No la culpo, yo era igual.

Por cierto, Kyojuro. Has estado teniendo buenos progresos y ya vas para la tercera semana desde tu presentación. Estas a punto de dejar la fase más complicada de un alfa.

—¡Que alivio! ¿Los demás cazadores ya no se molestarán por mi aroma?

—Si sigues cooperando con tu instinto, sí.

Kyojuro termina de tomar la bebida medicinal que Kochou le dio. Sabe horrible, pero no se queja. Quiere recuperarse pronto para volver a la línea frontal y seguir protegiendo a la gente.

Proteger a mi omega.

Pensar en Kamado consume buena parte de su tiempo, ya sea cuando regresa a su habitación y recuerda los momentos donde el chico lo dejó perfumarlo; o momentos tan simples como estar entrenando o comiendo donde el pensamiento llega sin aviso.

Lo extraño tanto.

No debería sentirse así, apenas han pasado dos días desde que se fue, el aroma del muchacho aun esta en sus sabanas y habitación. ¿Es algo normal para los alfas extrañar tanto? Nunca había sentido tanta necesidad de ver a una persona y perfumarse con ella. Ni siquiera cuando el aroma de Senjuro desaparecía al día siguiente cuando lo llamaban a una misión, no tenía la necesidad de volver a compartir su aroma como esta sintiendo ahora mismo con Kamado.

Senjuro. Padre.

Perdido un rato en sus pensamientos, Kyojuro apenas se da cuenta cuando Shinobu se levanta y está a punto de irse, pero la detiene. Debe preguntarle si puede abandonar su confinamiento. Quiere ver a su hermano, a su padre.

Ayudar a Tanjiro.

—Kochou ¿Puedo visitar a Senjuro y mi padre?

—Lo ideal es que todavía te quedes.

Eso molesta a Kyojuro más de lo que debería.

—¿Por qué?

—Tu instinto sigue siendo nuevo, que ahora ya no aterrorices a los cazadores ni le gruñas a la gente por pasar donde tú, no significa que no puedas perder el control.

—Soy bastante disciplinado.

—Lo has dicho, TÚ. Tu instinto es completamente diferente. Tanjiro no esta para calmarte en caso de que tu alfa decida iniciar una pelea solo porque una persona te miro mal.

Un mes para enamorarme, una vida para amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora