—¿A-Así esta bien? — Tanjiro pregunta con vergüenza. Su cara arde a pesar de que ya lleva bastante tiempo practicando como poner el preservativo de forma correcta. Pero su vergüenza no viene de la acción, es más por el objeto... vulgar que sostiene en sus manos.
—Mejor que cuando empezaste, si. Deberías quitar esa vergüenza en tu cara, muchacho. Veras el pene de tú alfa por bastante tiempo.
Tanjiro tiene que inflar sus cachetes para evitar escupir. Últimamente las personas suelen ser más descaradas de lo que puede recordar. Y, aun así, no evita que cada vez que ve la imitación de... Eso, Tanjiro piense si lo de Kyojuro se ve de esa manera. Misma longitud, grosor y el... El...
El nudo.
—Bien, ahora que aprendiste, deberás prepararte adecuadamente para recibir uno.
Espera.
—¿Qué?
—Tranquilo, practicaras con ese lindo juguetito que tienes entre manos. Es el tamaño promedio de un alfa, o eso me han dicho varios omegas.
—¿¡El promedio de qué?!
Pero Akiko ignora a Tanjiro, agarrando uno de los frascos que estaban en el suelo. Cuando ella lo abrió, el olor a una especie de ungüento llegó a su nariz. Akiko le ofreció el frasco y Tanjiro lo agarró con cuidado.
—Otro error muy común es tener relaciones sexuales sin preparación previa, la mayoría cree que las mujeres u omegas por poder auto lubricarse no necesitan prepararse están equivocados. Una mala preparación y la inserción del pene de forma brusca podría ocasionar un desgarre.
Tanjiro escucha atentamente. Por más que Akiko tiene una cara seria, su olor delata la tristeza detrás de sus palabras, sus ojos tienen ese brillo de querer llorar.
—Dentro del celo en omegas es casi improbable que un desgarre pueda ocurrir, pero no imposible. Tú, Tanjiro. Como omega masculino, el desgarre puede ser muy probable porque el ano es muy sensible, debes de tener más cuidado.
Tanjiro asiente, pensando en los omegas o mujeres que probablemente no supieran de esto. Se pregunta a cuantos de ellos debieron sufrir durante sus apareamientos por el simple hecho de no saber. Tanjiro quiere llorar de solo pensarlo.
—Ve al baño y limpia tu recto. Es importante asearte para evitar complicaciones.
Pocas veces se siente avergonzado cuando se trata de cuidar su cuerpo, limpiarlo. Pero la experiencia de limpiarse a fondo es vergonzosa a niveles que no esperaba alcanzar algún día. En el baño y a solas, la presión del agua en su interior hace que deje escapar un leve grito bastante agudo.
Cuando Tanjiro vuelve a su habitación – con sus piernas bastante pegadas y una sensación extraña en su trasero –, Akiko se ríe, pero después da unas palmaditas en su futon, anunciando que se siente. Tanjiro obedece, no sin antes sentarse con cuidado en seiza.
—Lo que vamos a hacer, es muy personal. Solo te ayudaré en como debes hacerlo, pero no como debes disfrutarlo, eso lo debes descubrir tú — dijo ella con un tono suave —, es un proceso intimo en el que NADIE te debe de obligar, ni siquiera tu pareja.
Tanjiro asiente, comprendiendo bien lo que Akiko quiere decir.
—Ahora, veo que estas tenso; debes relajarte primero. Los nervios suelen dar una mala jugada en estas ocasiones porque tensan tu cuerpo se cierra por el miedo y suele hacer que duela más de lo que debería. Por eso te pido que intentes estar tranquilo lo mejor que puedas.
Tanjiro entonces abandona su postura seiza y se sienta de una forma más cómoda, piensa en la cara de Kyojuro y su sonrisa enorme pero hermosa. Piensa en los lugares que ha recorrido a lo largo de sus viajes como cazador, la comida que ha probado y las nubes en el cielo azul cada vez que mira hacia arriba. Escucha su propia respiración, contando los segundos que tarda en inhalar y exhalar. Concentrándose e imaginando las diferentes posturas del aliento solar.
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Un mes para enamorarme, una vida para amarte.
FanfictionHecho para el #Omegacember Kyojuro no puede estar más agradecido por estar vivo, incluso si la recuperación es lenta y desesperante es mucho mejor que estar en un punto entre la vida y la muerte. El único problema, es que ahora hay algo muy profund...