¡Feliz san Valentín! recuerden que es el día del amor y la amistad, y yo los considero a ustedes, mis lectores, mi amistad más fiel y verdadera. Así que si nadie les ha felicitado hoy, lo hago yo.
Los amo mucho!
EDIT 6/11/23: Este capítulo también estará incompleto por las normas de wattpad, hurra.
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La mente de Kyojuro es una neblina constante que se combina con el calor y el deseo por momentos extensos. Incluso con todas las advertencias que había recibido antes de su primer celo, pensar que había estado preparado fue un error. Una cosa era escuchar lo que pasaría y otra, experimentarlo por su cuenta.
Por eso, que tuviera periodos donde no entiende lo que esta pasando, donde no puede recordar lo que Tanjiro y él están haciendo, lo molesta. Hay veces donde recobra la conciencia cuando despierta limpio, con Tanjiro a su lado lleno de marcas suyas, ligeros rasguños y chupetones por su cuerpo; pero con una sonrisa en su rostro, listo para alimentarlo antes de volver a perderse en el deseo del celo.
Es en esos momentos donde está consciente de sí mismo que lo único que quiere es acurrucarse contra su omega y escuchar sus respiraciones y los latidos de su corazón, sentir sus manos peinar su pelo e inhalar su aroma para aliviar su ardor.
Si bien ha intentado luchar para poder entender lo que pasa la mayor parte del tiempo mientras se aparea con Tanjiro, es una causa perdida y se ha rendido en intentarlo, tratar de desafiar a su alfa en estos momentos es inútil y cuando lo intenta, la siguiente vez que despierta cree que las marcas en Tanjiro son más profundas y dolorosas, moretones en forma de sus dedos aparecen cerca de las caderas del niño y eso lo asusta.
¿Lo está lastimando?
Probablemente sea así, pero el niño es tan directo y ha dejado en claro durante mucho tiempo lo que quiere, que dejar que Kyojuro lo lastime así de fácil es difícil de creer. Sobre todo, cuando está consciente de que – si así lo quiere Tanjiro –, se puede ir cuando quiera y como quisiera.
Por eso, cuando es él mismo y no esta controlado por el instinto, le pide a Tanjiro que lo mime de la única forma que recuerda. Le pide permiso para descansar su cabeza entre sus piernas, tratando de abrazarlo con sus brazos mientras deja que Tanjiro haga lo que quiera con su cabello o cara. Y Tanjiro nunca se lo niega, muchas veces tarareando canciones que Kyojuro desconoce, otras contando anécdotas de su familia y su hogar.
En algún punto, Kyojuro no siquiera tiene que pedir que Tanjiro lo mime, porque cada vez que despierta, ya está con su cabeza recostada sobre las piernas de Tanjiro, quien ronronea para aliviar su dolor y cansancio.
Kyojuro no recuerda si su madre alguna vez ronroneo, de hecho, no sabe si los betas podían hacer algo así. Es en estos periodos de confusión y dolor entre el celo donde sus recuerdos son borrosos y lo hace consciente de que el recuerdo se su madre, es cada vez más lejano.
Kyojuro se concentra en el ronroneo de Tanjiro, calmado, tranquilo y suave. Tiene sus ojos cerrados por el cansancio y esta seguro de que Tanjiro esta igual – o incluso más –, cansado que él.
—Tanjiro... acuéstate conmigo — susurra débilmente —, estas cansado ¿Verdad?
El niño deja salir una leve risa, interrumpiendo su ronroneo. — Estoy bien, Kyojuro. Eres tú quien se esta llevando la peor parte.
Kyojuro tiene que tragar saliva antes de hablar — Pero yo quiero que duermas conmigo, ya me has cuidado lo suficiente.
Tiene que pasar un buen rato antes de que Tanjiro deje con cuidado su cabeza sobre una parte del nido y se una a él. Kyojuro se apresura a aprisionar al niño entre sus brazos al mismo tiempo en que suelta un suspiro de alivio. El aroma de Tanjiro es más fuerte ahora que su cuello – a pesar de estas cubierto por el collar – esta tan cerca de su nariz.
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Un mes para enamorarme, una vida para amarte.
FanfictionHecho para el #Omegacember Kyojuro no puede estar más agradecido por estar vivo, incluso si la recuperación es lenta y desesperante es mucho mejor que estar en un punto entre la vida y la muerte. El único problema, es que ahora hay algo muy profund...