"Clack"
El sonido de dos espadas de madera resuena en lo profundo de la montaña junto a las respiraciones agitadas de dos personas. La nieve cae lentamente desde el cielo, acumulándose lentamente en la tierra para formar una delgada capa de nieve.
"¡Clack!"
Un choque más rápido resuena junto a la caída de un cuerpo sobre la tierra, seguido de una gran carcajada.
—¡Asombroso! ¡Cada día que pasa solo mejoras más!
Una risa nerviosa contesta —Tengo un buen maestro.
Rengoku Kyojuro, que ha sido abatido en el suelo frio de la montaña en donde actualmente residen, solo puede mirar con admiración a su amado. Tanjiro no ha cambiado mucho desde hace tres años, pero las pequeñas diferencias que puede ver no hacen más que calentar su corazón.
Su cara ya no es tan redonda, su cabello se ha vuelto ligeramente más largo y puede ser sostenido con una simple cola de caballo. Sus ojos permaneciendo con el mismo brillo y creciendo hasta tal punto de estar a la par. Su haori siendo el mismo que le regaló, ya un poco desgastado y opacado por el tiempo.
Tanjiro estira su mano hacía él. Kyojuro la acepta gustoso para apoyarse y levantarse con su ayuda.
—Con esta victoria ¿Cuánto queda el marcador? — pregunta divertido.
Tanjiro retuerce su rostro mientras lleva una de sus manos a su boca.
En realidad, Kyojuro ya sabe cómo va el marcador.
Simplemente quiere escuchar a la voz de su omega.
—¡Vamos 145 a 146! — dice feliz mientras levanta su dedo índice — a favor mío.
Kyojuro sonríe — ¿En serio? Debo practicar aun más, no puedo dejar que un pequeño omega me gane — la burla está ahí, inocente.
—¿En serio? — Tanjiro contesta con burla, acercándose a Kyojuro hasta que sus narices se juntan. Evitando que Kyojuro pueda siquiera moverse al abrazar a Kyojuro, haciendo de sus manos como un candado que reposa sobre su espalda baja. Están tan cerca que sus labios casi se tocan y Kyojuro puede oler como su olor se vuelve aun más disfrutable. Su boca ha empezado a salivar — ¿Acaso he herido tu orgullo, alfa?
Kyojuro tiene una mezcla de emociones. Por una parte, siente su rostro arder y por otra, esta pensando en cuando Tanjiro se ha vuelto tan agresivo en este tipo de cosas. No se queja, claro que no. Es solo que siente como si hubiera sido ayer que el omega enfrente suyo era igual o si no, aun más tímido que él en lo que era la intimidad.
Y ahora, tiene enfrente de él a un omega completamente maduro, con un aire de sensualidad y poder que no puede ignorar. Con su aroma cada vez más dominante que marea su cabeza y limita sus pensamientos.
Aquí el alfa soy yo, ¿no? — piensa divertido.
Sus manos también lo abrazan, descansando sobre sus caderas. Inclina un poco su cabeza de lado para dejar un beso rápido sobre sus labios. Beso que le saca unas risas a su omega.
—Perdona, no lo pude evitar — dice entre risas mientras se aleja —. Me gusta cuando tienes esa expresión de sorpresa en tu rostro. Te hace ver aun más guapo de lo que ya eres.
Su rostro se sonroja aún más.
¿Dónde quedó su bonito y nervioso omega? Desde que cumplió los dieciocho, el omega calmado de Tanjiro fue reemplazado por un monstruo que lo quiere devorar.
Literalmente.
Tanjiro entonces se acerca a la madera que han recolectado y amarrado antes de su pequeño entrenamiento para cargarla en su espalda. Recoge también el hacha y una pequeña bufanda azul que dejó sobre un palo enterrado en el suelo para evitar que se ensuciara.
ESTÁS LEYENDO
Un mes para enamorarme, una vida para amarte.
FanfictionHecho para el #Omegacember Kyojuro no puede estar más agradecido por estar vivo, incluso si la recuperación es lenta y desesperante es mucho mejor que estar en un punto entre la vida y la muerte. El único problema, es que ahora hay algo muy profund...