Ukiyo 🐱 Chifuyu Matsuno

🐱 26. Thousand Winters

[3 días después]

Estaba atardeciendo ya, cuando Takemichi salió repentinamente de sus pensamientos al sentir a alguien ingresar a la habitación de hospital donde se encontraba y sentarse junto a su camilla. Al mirar de reojo con su ojo izquierdo, vio a Chifuyu y Tn.

Chifuyu se sentó junto a la camilla, cabizbajo. Tn cubrió su boca con una mano ante la sorpresa al ingresar y ver a su amigo.

El héroe estaba destrozado. Tenía el rostro lleno de moretones y heridas, una venda que rodeaba su frente y cubría su ojo derecho, un respirador artificial, cuello ortopédico y un yeso en todo su brazo derecho, que iba desde casi su hombro hasta los nudillos de la mano.

«¿Chifuyu? ¿Tn?», pensó.

– Fuimos al funeral de Draken... –habló el chico. El mayor miró hacia adelante de nuevo.– Todo lo que ha pasado...es difícil de digerir. Me ha hecho reflexionar –confesó, con la voz ya quebrada.– ...Takemicchi... ¿Qué te sucede? Tú...Tú te encontraste con Draken en el futuro, ¿Verdad? Entonces... ¿Por qué se ha ido? –sus lágrimas comenzaban a correr como cataratas.– ¡¿Por qué tuviste que regresar si las cosas iban tan bien en el futuro?! ¡¡Es tu culpa que Draken esté...!!

– ¡Chifuyu! –gritó la chica.

Chifuyu cubrió su boca con una mano, soltando un sollozo que se ahogó contra su palma. Quedó en silencio unos segundos, y volvió a hablar:

– Perdón, Takemicchi...

– Está bien, Chifuyu... –habló finalmente Takemichi, sorprendiendo un poco a ambos.– ...Todo es mi culpa.

– ¿Uh? –lo miró.– Tú...

– ¿Podrían dejarme solo, por favor?

El silencio volvió a inundar la sala, hasta que el chico de ojos cian se puso de pie.

– Está bien... –lo miró de nuevo.– Será mejor que te recuperes pronto... –giró hacia la puerta.– Para que pueda darte una paliza con todo mi corazón –miró a su novia.– Vamos.

– Adelántate. Iré enseguida.

– ...Bien.

El joven salió de la sala, cerrando la puerta a sus espaldas. Tn suspiró y volvió la vista al mayor.

– Takemicchi...No lo tomes personal, todos estamos bastante tristes por lo de Draken-kun –tomó aire.– Sólo...quiero pedirte una cosa: si vas a seguir con esto, no involucres a nadie más. Quiero ver el futuro que nos contaste, por favor –secó las lágrimas asomadas en sus ojos.– ...Recupérate pronto, Takemicchi.

La fémina giró y salió de la sala también, cerrando la puerta a sus espaldas y acercándose a su novio. Él apretaba los labios con los ojos cristalizados, mientras su mandíbula temblaba un poco.

– Fuyu...

– ...

Hinata dobló en aquel pasillo, para ir hacia la habitación donde se encontraba su novio; traía en sus manos un pequeño florero con flores. Abrió los ojos con algo de sorpresa al ver a aquellos dos junto a la puerta, ambos se veían realmente afectados.

– Tn-chan, Matsuno-kun... ¿Ya se van a casa? Acabo de reemplazar las flores.

– Está bien, Hina-chan –dijo él, comenzando a caminar.

– ¿Eh?

– Discúlpalo, Hina-chan –la nombrada la miró.– Él está realmente afectado por...todo lo que pasó. Con permiso.

Tn giró hacia el lado por donde se había ido su novio y trotó un poco hasta poder alcanzarlo.

Hinata observó a aquella chica alejarse y luego giró hacia la puerta del cuarto, observando por la pequeña ventana a su novio.