🐱 13. Ardua batalla

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Chifuyu respiró agitado, miró al chico con marca en el rostro y frunció el ceño.

– ¡Maldición!


Mitsuya trató de apoyar a Hakkai y luego corrió a atacar a Taiju, pero el menor no se movió de su lugar.

– ¿...Hakkai?


Takemichi y Chifuyu lo miraron con curiosidad y, cuando el Shiba mayor golpeó al chico de cabello lila, ambos fueron derribados de un golpe también por sus respectivos contrincantes.

– Matsuno Chifuyu. Me gustaría pelear contra ti cuando estés en mejores condiciones.


– ¡Mierda! ¡Taijuuuu! –gritó Hakkai, sosteniendo el cuchillo en una mano.– Yo puedo... ¡Incluso yo puedo! ¡Voy a hacerlo! –comenzó a correr.– ¡Voy a matarte!

Takemichi se levantó y corrió hacia él, poniéndose delante y dándole un cabezazo para detenerlo.

– ¡Fuera de mi camino, Takemicchi!

El rubio tomó el cuchillo por el filo.

– ¿No lo entiendes, Hakkai...? Si sigues con esto... ¡Te convertirás en un bastardo sin remedio! ¡Sabes que esto no está bien! Así no es como tú peleas... –lo miró. Aquel jadeó sorpresivo.– Voy a enseñarte lo que significa... –giró.– ¡Contraatacar!

– ¿Uh? –frunció el ceño Taiju.– ¿Aún no aprendes la lección, pedazo de mierda?

– ¿Yo "no he aprendido mi lección"? –sonrió.– Eso es lo único en lo que soy bueno –comenzó a correr.– ¡Vamos, Taiju!

El mayor le dio un puñetazo en el rostro, partiéndole la nariz, pero aquel no se echó para atrás.

[Centro de Shibuya]

Tn caminaba con sus amigas por aquella zona céntrica, comiendo algunos dulces y conversando animadamente. Con ellas iba el hermano de una de ellas con sus amigos, encargado de cuidarlas y luego llevarlas a casa a cada una ya que tenía auto y licencia. Estarían allí al menos hasta ver los fuegos artificiales, para luego ir a casa y dejar al chico que las custodiaba ir a beber con amigos.

– Hm. El frío se me pasó –sonrió.

– A mí no –rió.

– Tonta –rió.– Oye, Tn –la rodeó con un brazo.– Sonríe un poco, ¿No?

– Eso. Deja de preocuparte por Matsuno, estará bien.

– Siempre se pelea, ¿No? Ya debe estar acostumbrado a que lo golpeen.

– ¡Maki! –regañó.– La preocupas más, cállate.

– Estoy bien, no se preocupen. Sólo...Relamente quería pasar nuestra primera navidad como novios juntos –suspiró.– Pero bueno, me prometió recompensarme en año nuevo –sonrió.

– ¡Eso, sonríe! Lo verás mañana, seguro.

– Cierto. Matsuno es como una pulga, siempre anda pegado a ti. Lo verás mañana aunque le rompan las piernas.

– ¡Maki!

– Lo siento...

Tn rió y miró a sus amigas.

– Qué tontas son –negó con la cabeza.– Quiero un café, ¿Qué dicen?

– Acepto.

– Vamos.

– Sí, por favor. Muero de frío –rió.

Las cuatro se dirigieron a una cafetería, para comprar unos vasos de café caliente y entrar en calor.

Ukiyo 🐱 Chifuyu MatsunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora