🐱 14. Buenos deseos

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Tn se vistió aquel día con un kimono rosa con estampado de flores y se recogió el cabello decorándolo con pequeñas flores. Chifuyu llevaba ropa tradicional también. Ambos caminaban por aquel santuario, paseándose tranquilamente; con ellos iba Peh-yan.

– Peh me debe dulces –sonrió ella.

– ¿Ah? –miró al nombrado.– ¿Peh?

– ...Perdí.

El rubio se carcajeó.

– Te advertí que no jugaras a las cartas contra Tn, es malditamente buena.

– Peh me comprará dulces~ –rió.

– Maldita sea –suspiró y la miró.– Bien, escoge los dulces. ¡Pero que no sean muchos!

– Te dejaré vacío –bromeó.

– ¡Oye!

La pareja rió, mientras el alto fruncía el ceño.

De pronto, algo rodó hacia ellos, provocando un golpe seco pues era de madera. Chifuyu se agachó y tomó aquel objeto.

– ¿Hm? ¿Qué diablos?

– ¿Un ema?

– ¡¡Noooo!! –gritó alguien.

Los tres miraron a aquel chico, que se acercaba corriendo desesperado.

– ¿Hm? ¿Takemicchi?

– ¿Chifuyu? ¿Tn-chan? ¿Peh-yan-kun?

– Hola –sonrió ella.

– ¡Devuélvemelo!

Takemichi lanzó un manotazo para tomar el ema, pero su amigo levantó el brazo y lo botó lejos.

– ¡Idiota! ¡¿Por qué lo tiraste?! –gritó, volviendo a correr tras aquel.

– Perdón. Reflejos.

– ¿Qué le sucede...?

– Ni idea –sonrió.– Pero vamos tras él.

Chifuyu comenzó a correr, tirando de la mano de su novia para seguir a aquel chico; Peh-yan corrió con ellos. Se reunieron con Mitsuya y Hakkai, y enseguida a ellos se unieron Smiley y Mucho.


Mikey atrapó finalmente aquel ema. Takemichi se detuvo al verlo, él venía con Draken y Emma.

Algo resonó de pronto, llamando la atención, y el grito de una persona entre la multitud les hizo saber lo que sucedía:

– ¡10 segundos para el año nuevo! –gritó alguien de la multitud.

– Vamos a saltar todos juntos, chicos –sonrió Mikey.

– ¿Eh? ¿Qué?

– ¡Tres! ¡Dos! ¡Uno!

– ¡¡Feliz año nuevo!! –gritaron todos, saltando.

El ema voló lejos, haciendo gritar a Takemichi.

[Madrugada]

Chifuyu estacionó su moto en el estacionamiento de su edificio, y bajó de ella con su novia, quien venía con las piernas de un solo lado debido al kimono que llevaba; tomó su mano, entrelazando sus dedos, y la acompañó hasta las escaleras de su edificio.

– Fue divertido, Fuyu –lo miró.– Gracias por cumplir tu promesa.

– Te lo debía –rió.– Además, fue muy divertido –pensó un momento.– No te molestó que fuéramos con Peh-yan o reunirnos con los chico, ¿Verdad?

Ukiyo 🐱 Chifuyu MatsunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora