—¡Estoy en la cocina! —gritó totalmente nervioso, terminando de arreglar sus prendas como pudo.
Aunque su cabello despeinado lo delataba.
—Mi amor, traje algunos pasteles para ti, también compré algunos para Minho y... oh, no sabía que estabas acompañado...
La mujer dirigió su mirada hacia el alto rubio que estaba cerca del refrigerador, fingiendo que sacaba una botella de jugo. Seungmin sonrió nervioso y se acercó a su madre, quien soltó una risita al ver el desordenado cabello de su hijo.
—Eso es porque nunca me avisas al venir.
—Por algo me diste una llave, ¿no? para poder entrar sin decirte.
—Sí, pero... —se calló al ser interrumpido.
—Pero nada, jovencito.
Hyunjin no pudo evitar soltar una risita, pero se arrepintió y enrojeció cuando la mujer le lanzó una mirada.
—Mamá, él es Hyunjin, es... —tragó saliva y miró al rubio. —es un amigo de Minho, nos conocimos hace unos días. —sus mejillas ardieron.
—Ya veo. Hola, pequeño, mi nombre es Hyori.
—Es un gusto, señora Kim.
Se sonrieron y se acercaron, Hyunjin dejó dos besos tímidos en las mejillas de la mujer para saludarla y Seungmin se acercó más a su madre. Ella comenzó a arreglar el cabello de su hijo y él sintió que no podía estar más rojo.
—¿Interrumpo algo, niños?
—¡No! —respondieron al unísono, lo que hizo a la mujer reír otra vez con sospecha.
—Está bien, aún así tengo que salir hoy, así que vendré otro día a verte, Minnie.
—¿Te vas?
—Sí, tengo cosas que hacer, hijo. —mintió.
—Ha sido un gusto conocerla, señora Kim. —el rubio sonrió cuando la mayor arreglaba su bolso y salían de la cocina.
—Espero vernos pronto, Hyunjin.
—Adiós, mamá. —el menor hizo un puchero al ver a su madre ya saliendo por la puerta.
Cuando la mujer ya se había ido, Hyunjin rascaba su nuca nervioso a un lado de la puerta. Algunos segundos después, Seungmin golpeó juguetonamente el brazo del rubio.
—¿Viste eso? por tu culpa, mi mamá me dejó solito.
—¿Solito? ¡estoy aquí! —rió sin quitar su mirada del menor.
—En fin... ¿estás ocupado o quieres ver alguna película?
—¿Será prudente ver una película de navidad cuando ya fue?
—Nunca es tarde. —se encogió de hombros. —Pero primero voy a guardar los pasteles.
Ambos rieron y el menor tomó la muñeca del contrario, haciéndolo caminar hasta la cocina y guardó con prisa los paquetes de los dulces, volvieron a dirigirse a los sofás en la sala y el oji miel encendió la televisión. Hyunjin lo miraba con atención, manteniendo una sonrisa en sus labios. Seungmin se mordía el interior de la mejilla y entrecerraba sus ojos cuando estaba concentrado, y eso fue algo que el mayor encontró totalmente tierno.
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