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El menor cruzó la puerta en silencio y se adentró a su casa, caminando a la cocina y dejando las bolsas de compras sobre la mesa y sacando las cosas de allí dentro, comenzando a guardarlas.
Su cuerpo se quedó completamente quieto cuando la puerta principal se abrió y cerró en segundos, sintiendo los pasos acercarse a él.
Sintió la presencia llegar al lugar, y entonces lo escuchó soltar un suspiro, y el silencio se apoderó de los dos; cuando porfin se giró a verle, el contrario se giró y dio algunos pasos.

—Quería agua, volveré más tarde.

—Amor. —el nombrado lo ignoró y salió de la cocina, Félix caminó con prisa y lo alcanzó para tomar su muñeca sin fuerza, pero deteniéndolo. —Chris, ¿estás evitándome? —al ver que no respondía, tiró de su brazo para hacerlo girar en su lugar, mirándolo por fin. —Christopher, ¿estuviste bebiendo?

—No lo sé.

—¿Qué clase de respuesta es esa?

—No lo sé, suéltame.

—¿Qué? espera, necesitamos hablar.

—No, tú ya hablaste demasiado y yo ya no quiero escucharte, que me sueltes. —el de cabellos rojos tiró de su brazo y se soltó del agarre del rubio, provocando un pequeño tambaleo en sus piernas.

—Dios, ¿esto es en serio? actué como un niño y quería disculparme contigo, pero ahora eres tú el que se está comportando como un idiota.

—¿Qué acabas de decirme? —frunció el ceño y dio un paso hacia el más bajo, aunque solo por unos centímetros, mirándolo con enojo.

—Que estás siendo un idiota justo ahora. Siento haberte gritado y tratado mal ayer, fui inmaduro y no me di cuenta de lo que estabas pasando.

—¡Exacto, tu nunca te das cuenta de nada! Solo miras por tu propio bien y haces cada cosa que solo a ti te gusta.

—Si así te sientes conmigo, ¿por qué no me lo has dicho antes? se supone que debemos comunicarnos para que esto funcione.

—¡Pues no está funcionando! ¿y sabes por qué? —volvió a acercarse al menor, pero solo con la intención de intimidarlo; al notar que guardaba silencio volvió a hablar. —Porque eres un adolescente de mierda, no sé en qué momento se me pasó por la cabeza que tener una relación contigo sería una buena idea.

El menor abrió un poco más sus ojos y sus labios al mismo tiempo, iba a hablar pero solo pudo dejar escapar un suspiro entrecortado por la sorpresa y cerrar sus ojos, sintiendo como bajo sus párpados comenzaban a aguarse.

—Mírate, sabes que tengo razón, no puedes siquiera defenderte y solo puedes llorar como un niño. —habló otra vez el mayor, aún con su ceño fruncido.

Volvió a abrir los ojos y no pudo evitar soltar un suave sollozo. —¿Hay algo más que quieras decirme, Christopher? —al ver que el mayor negaba con su cabeza, el asintió y bajó la suya, manteniendo su mirada en el suelo unos segundos, totalmente calmado en comparación al mayor. —¿Estás terminando conmigo?

—¿No es obvio?

—Está bien. Compré algunas cosas para la semana, estaba guardándolas pero creo que puedes seguir tu...

—No importa, no voy a agradecerte.

—Vale, iré a... iré a recoger mis cosas, lo siento. —habló casi en susurros, pero sabía que el contrario lo escuchó.

Se separó por completo y caminó hasta las escaleras en silencio y sin mirarlo, pero justo antes de subir se quedó quieto al escuchar al pelirrojo.

—Al menos fuiste bueno en la cama, para lo que más servías. —se quedó callado al sentir su mejilla doler, manteniendo su mirada hacia el costado gracias al golpe del menor.

temporary.   | hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora