epílogo.

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catorce de febrero

siete años después

Ya no tendremos que empezar de cero
A menos de que llegues a olvidarme
En ese caso mi único consuelo
Será esperar que si le ruego al cielo
Tal vez no tenga que empezar de cero para enamorarte


Seungmin bajó un poco su bufanda para mostrar su sonrisa, levantando su mano libre y saludando a la pareja que se acercaban a él.

⎯¡Hey, hola!

⎯Hola, pequeño Jeongin. ⎯asintió en forma de saludo cuando se sentaron junto a él en la banca.

⎯No soy tan pequeño.

⎯Sí lo eres. Hola, Binnie.

⎯¿Cómo estás, Seungmin? ⎯Changbin sonrió en grande, estirando su mano a la de Seungmin y tomándola suavemente, dándole un leve apretón cuando su prometido lo abrazó por el otro lado.

⎯Estoy bien... ya sabes, quería venir este año.

⎯¿Realmente estás bien estando aquí, Minnie? ⎯Jeongin apoyó su cabeza en el hombro del mayor dirigiendo su mirada al castaño cabello de su novio.

⎯Lo estoy. ⎯Seungmin desvío la mirada de sus amigos hacia el frente, donde se veía la larga baranda llena de candados, el río extendiéndose a lo lejos y el sol escondiéndose lentamente dejando el cielo de un color anaranjado fuerte. ⎯Ya saben, es solo el sentimiento de que algo pasará que me hace venir aquí cada año.

⎯Ya son cinco años, ¿no?

Negó con la cabeza manteniendo su mirada en la pasarela. ⎯Siete, son siete años.

Jeongin y Changbin se miraron en silencio cuando Seungmin se levantó de la banca y caminó a la orilla del puente, agachándose frente al sucio y polvoriento candado que había puesto hace unos años. Volvieron a acercarse al pelinegro y lo abrazaron por sus costados.

⎯Recuerda que puedes confiar en mi. ⎯dijo Changbin chocando suavemente su cabeza con la del oji miel, y éste soltó una risa.

⎯Claro que si, Binnie.

⎯Y conmigo, aquí estoy siempre.

⎯Gracias a los dos. ⎯sonrió triste y se levantó junto a los otros dos chicos. ⎯Jeongin, se te ve lindo el rubio, no te lo quites.

Rieron y la pareja siguió su camino por el puente alejándose. Seungmin se quedó mirando la caminata de ellos dos durante un buen rato hasta que los perdió de vista.

Su cabeza comenzó a llenarse de recuerdos de los años anteriores a la vez que dirigía su mirada al cielo. Recordó como hace tres años atrás su relación con Changbin había mejorado, tanto que llegó a ser un pilar bastante importante en su vida, al igual que Jeongin, el ahora prometido de Bin.
Recordó cuando a sus veintiún años llegó al departamento que compartía en ese entonces con el castaño, descubriendo la infidelidad y rompiendo después. Minho y Jisung aún se burlaban un poco de él, pues, ¿quién iba a creer que años después Jeongin, el chico que encontró en la cama de su novio, sería uno de sus mejores amigos?

Se puso a pensar, también, en como los años lo habían tratado; luego de haber terminado su carrera universitaria se mudó a Marsella, obteniendo un trabajo muy bueno en el Palacio de la Justicia de Marsella, pero volvió a París luego de dos años para empezar un curso de turismo que le duró otros dos años más, y desde entonces trabaja en el Museo del Louvre dando pequeñas charlas y recorridos a los turistas.

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