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Un pequeño gruñido salió de los labios del menor cuando la fuerte luz del sol se hacía paso por la ventana de su balcón y molestaba en su rostro, así que al querer seguir durmiendo agarró las sábanas y se escondió debajo de ellas. Iba a volver a cerrar sus ojos pero estos se quedaron hipnotizados sobre el pecho desnudo a su lado; y entonces comenzó a recordar la noche anterior.

Minho lo mataría por dejarlo solo.

Con mucho cuidado de no despertar al rubio salió de la cama y agarró sus boxers y el pantalón de pijama en el suelo, vistiéndose mientras sus mejillas enrojecían, salió de la habitación sin hacer mucho ruido y caminó a la de su mejor amigo, tocando la puerta.
Aunque la puerta se abrió antes de poder chocar sus nudillos en esta, mostrando a un adormilado pelirrojo con un pequeño puchero en sus labios.

—¿Por qué hay una botella de tequila vacía en la cocina? —habló el mayor, haciendo notar el sueño en su voz.

—Hay un chico en mi habitación.

Minho sintió todo su cuerpo despertar y sus ojos se abrieron un poco más, dejando mostrarle su impresión a su compañero de piso.

—¿Qué?

—Sí, lo conocí en la fiesta... terminamos durmiendo aquí juntos.

Minho dirigió su mirada al torso desnudo de su amigo, notando como alrededor de su cuello se hacían notar algunas marcas desordenadas y pequeñas, pero bastante notables.

—¿Dormir? Seungmin, ¿al menos fuiste al baño? —soltó una pequeña carcajada.

El menor frunció su ceño bastante confundido, y con el mayor siguiéndole por detrás fueron hasta el baño, Seungmin emitió un leve sonido de sorpresa mientras se acercaba al espejo y se tocaba su piel, y sus mejillas volvían a arder.

—Que alivio haber llegado tarde, ¿te imaginas a mi escuchando tus gemidos?

—¡No me molestes!

—Vaya Minnie, eres todo un caza hombres. —volvió a reír mientras el menor golpeaba suavemente su pecho.

—¡Basta!

—Tengo hambre.

—¿Y eso a mi qué?

—Tú sabes cocinar, hazme desayuno.

El menor bufó, saliendo del baño y caminando a la cocina, rodeando sus ojos.

—Vale, pero el almuerzo lo invitas tú.

—Eres el mejor amigo, ¿lo sabías? —Minho abrazó juguetonamente a Seungmin antes de desaparecer de la cocina y entrar a su habitación otra vez.

Seungmin, como quien no quiere la cosa, comenzó a cocinar para el desayuno.
Su mano se movía frenéticamente sobre el sartén para revolver los huevos y pegarlos a la superficie caliente, de seguro unas tortillas ayudarían a su hambre.

Unas manos tímidas rodearon su cintura, haciendo al menor dar un saltito de sorpresa.

—Dios, Minho, no hagas eso, me asustas.

—¿Minho? —la voz confundida del mayor se hizo notar.

—Oh, Hyunjin, eres tú.

El menor soltó una risita algo nerviosa y su cuerpo se relajó, entonces el mayor soltó su cintura y se alejó de él, algo avergonzado.

—¿Minho?

—Minho es mi mejor amigo, vive aquí conmigo, tranquilo.

—Lo conozco.

temporary.   | hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora