temporary. | hyunmin

extra

quiero aclarar que este extra sigue la línea de tiempo del final alternativo, donde hyun se queda en parís con minnie.

Contempló por un rato a la feliz pareja de pie junto al altar y luego su mirada revoloteó hacia el pelinegro que estaba sentado a su lado, y los recuerdos lo hicieron parpadear por la nitidez con la que se proyectaron. Mientras el ministro hablaba uniendo a la pareja frente a él, recordó las palabras de su madre el año pasado; le acariciaba las mejillas y el cabello con amor mientras él se encontraba recostado sobre su hombro.

⎯Nos vamos en diez minutos, Hyunjin, ¿no pudiste decírmelo antes?

Sorbió su nariz y se escondió más en el hombro de su madre. ⎯Estoy muy enamorado, mamá.

⎯Y, ¿qué vas a hacer al respecto?

Recordó entonces el primer día que descubrió que sentía algo por Seungmin, o mejor dicho, cuando aceptó que sentía algo por el.
Aquella vez que veían una película de terror y que de cierta manera, sin explicarse cómo, quería protegerlo entre sus brazos y luego jamás dejarlo ir.

⎯Acepto. ⎯musitó el novio, mirando fijamente a su futuro esposo y sonriéndole, haciendo que la mente de Hyunjin volviera al presente.

⎯Y tú, Han Jisung, ¿aceptas a Lee Minho como tu futuro esposo; para amarlo y cuidarlo, en la salud y enfermedad, hasta que la muerte los separe? ⎯preguntó el ministro.

⎯Acepto. ⎯respondió él.

Seungmin se levantó de su silla y sacó su cámara fotográfica. Hyunjin lo miró desde abajo, sentado aún.

Seungmin había tomado una buena fotografía del beso entre Minho y Jisung antes de volver a sentarse y mirar a Hyunjin, provocando que el mayor se perdiera en su mirada. Ató su mano a la foránea y él miró esa acción.

⎯¿Vamos? ⎯le preguntó haciendo una seña con la cabeza hacia la pareja recién casada.

⎯Claro.

Ambos se levantaron y comenzaron a caminar, sin soltar sus manos; la gente alrededor se veían felices, sonrientes, incluso ellos dos. Cuando llegaron hasta Minho y Jisung, Hyunjin miró a ambos y al instante Seungmin los abrazó, felicitándolos.

Su mente volvió a irse.

⎯¿Hacer algo al respecto? ⎯la confusión en la voz de Hyunjin se hizo notar cuando se acomodó en su asiento y miró a su madre.

Su padre, desde el otro extremo de los asientos, suspiró y miró a Hyunjin. ⎯¿Lo amas?

Hyunjin sintió su garganta tratar de tragar el gran nudo que le impedía respirar normal, entonces asintió y en un sollozo pronunció: ⎯Lo amo, papá.

⎯Entonces quédate. Ve y buscalo.

⎯¿Qué? ⎯frunció su ceño y miró esta vez a su madre, quien acariciaba el cabello de su hija menor y le miraba con una expresión llena de amor maternal.

⎯No queremos quitarte tu felicidad, amor, y tu felicidad es ese chico... eres adulto, sabes qué es bueno para ti y qué es malo, a nosotros solo nos queda apoyarte en lo que tú quieras hacer.

Hyunjin se quedó en silencio, dirigió su mirada perdida hacia el frente donde las azafatas comenzaban a pasearse en el pasillo revisando que cada uno de los pasajeros usara su cinturón.

Hyunjin sonrió, girándose en su lugar para desabrochar su cinturón y abrazar con fuerza a sus progenitores.

⎯Hyunjin. ⎯Minho observó como la cabeza del nombrado se sacudió ante el llamado y lo miró.