temporary. | hyunmin

O8

Seungmin se levantó de su silla, saliendo por el pasillo de la sala de cine hasta afuera, dando grandes zancadas al avanzar, su pecho subía y bajaba con rapidez, y Hyunjin lo seguía por detrás sin saber qué hacer.

—Seungmin, por favor, hablame, no sé qué hacer.

El rubio intentaba tocar al menor, estirando sus manos hacia el, pero éste le daba algunos manotazos con miedo y se alejaba, comenzando a tapar parte de su rostro con sus manos, y soltaba aire por su boca, emitiendo sonidos de desesperación al exalar.

—Mi-Minho... —logró susurrar al comenzar a llorar.

Hyunjin abrió un poco más sus ojos y tomó su teléfono, con prisa marcó el teléfono del pelirrojo, esperando unos segundos a que contestara, al hacerlo no quitó la mirada del menor.

—¿Sí?

—¿Dónde están?

—En una cafetería, ¿por qué?

—Estábamos viendo una película en el cine, Seungmin está actuando raro, solo puede decir tu nombre y no está respirando muy bien.

Minho frunció el ceño, logró escuchar de fondo como Seungmin se escuchaba alterado, entonces se levantó mirando a Jisung, tomando sus cosas rápidamente y saliendo del lugar, siendo seguido por su novio.

—Hyunjin, Minnie está teniendo un ataque de pánico, por nada del mundo dejes que tenga sus manos cerca de su rostro o de su piel, no será nada bueno. Trata de decirle que voy en camino, que cuente hasta diez, como le enseñé.

Luego de escuchar, tragó saliva y dejó el teléfono entre su oído y su hombro, acercándose a Seungmin y encarcelando sus manos, y al hacerlo pudo notar como el rostro del menor ya tenía algunas heridas por sus uñas, sus labios formaron una mueca mientras el peli morado intentaba zafarse del agarre en sus manos.

—Seungmin, respira, por favor.

—No le digas que respire, él siente que no puede hacerlo y se desespera más, hazlo con él, que cuente hasta diez, Hyunjin.

—Bien, Minnie, cuenta conmigo, ¿sí?

La pareja avanzaba rápidamente por el centro de la ciudad, esquivando a la gente y algunos obstáculos, mientras que Seungmin mantenía sus ojos cerrados y lágrimas corrían en sus mejillas, y su voz solo se mezclaba entre sollozos y suspiros rápidos, sin poder prestarle mucha atención a Hyunjin.

—Minho, no está funcionando.

—Minho. —lloriqueó el menor una vez más.

—Dile que estoy cerca, que estaré con él ahora.

—Minho ya está cerca, pequeño, ya estará aquí.

La gente que pasaba alrededor miraba al menor sin disimular sus expresiones de disgusto o de impresión, y Hyunjin aún intentaba que el menor se calmara.
Al cabo de un par de minutos, el menor soltó al rubio y corrió hacia un lado, casi tirándose hacia el pelirrojo que ya venía corriendo en la otra calle; Seungmin seguía llorando, sus sentidos ya no funcionaban para él, por otro lado, Minho tomaba las manos del peli morado y evitaba que siguiera haciéndose daño.

—Seungmin, hasta diez, conmigo, vamos.

Jisung se acercó a Hyunjin, situándose a su lado y sin quitar su mirada del par de amigos, pasaron algunos minutos en silencio mientras Seungmin comenzaba a tranquilizarse un poco, con Minho guiando cada una de sus respiraciones.

—Antes, solo el padre de Minnie podía calmar sus ataques de pánico.

Hyunjin se mantuvo callado.

—Luego pasó lo que pasó, y solo Minho pudo dominarlo en ese sentido, ni siquiera su madre puede controlarlo. —suspiró y sonrió ladinamente, una sonrisa triste. —A veces... siento que soy un mal amigo para él.