Capitulo 3: LA GRAN TORTURA

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Mi gran lamento e infierno en la tierra.

Camino muy cuidadosamente y con precaución, miro para ambos lados del pasillo para no chocar con nadie.

Llego a mi casillero y saco un par de cuadernos y libros, cierro con cuidado y me vuelvo para ir a mi salón. Diviso a lo lejos a Cristal, la chica más plástica y hueca de toda la escuela, viene muy abrazada por André, el chico de mis sueños.

Para mi mala suerte él está muerto de amor por esa bruja manipuladora. Además, no tengo ni la mas mínima oportunidad, ni siquiera los rechazados de la escuela notan mi presencia.

Busco alternativas para no tener que cruzarme con ella, pero el único camino a mi salón es pasando justo por su lado. Por mala suerte ella nota mi presencia y se acerca con una mirada fiera.

Al pasar por mi lado me golpea intencionalmente, pero las cosas no se detendrán allí, no para ella.

-- Oye fantasma, no te choques con la gente que no está a tu nivel. ¿Entiendes, escuálida? - reclama Cristal.

No sé porqué, pero ella me ha odiado desde que estamos en primaria, creo que ni siquiera sabe bien mi nombre, simplemente ve un blanco en mí.

-- No la molestes. - le susurra al oído André.

-- Ni te molestes, amor, ya aprendió a no cruzarse en mi camino.

Solo la escucho, no me atrevo a decirle nada.

Estúpida. Insulto mentalmente. A veces me gusta imaginar que se invierten los roles, Cristal está en mi posición como la "chica invisible" de la escuela, André es mi novio y yo soy la chica más popular de la escuela. Pero... tengo que despertar en algún momento, y ese momento llega al iniciar las clases.

Termino mucho antes de tiempo el examen de biología avanzada. Todo el curso me abuchea por lo que hice, solo entrego el examen para poder salir de ese lugar. No hago rápido los exámenes por querer quedar bien con los maestros, simplemente lo hago porque haría todo por estar lejos de mis compañeros de clase lo más antes posible. Ellos no lo entienden, solo siguen burlándose y fastidiándome.

Encuentro un lugar perfecto para descargar mi tristeza y cuando ya tengo los ojos cansados de tanto llorar recuerdo que tengo que ayudar a André con su trabajo de geometría. Él no es exactamente aquel muchacho genio que siempre quise que fuera, pero sus ojos soñadores color café claro, su rostro perfecto y cabello oscuro me hipnotizan por completo.

Después de darle la clase a André es la hora del almuerzo, así que me voy antes de que su celosa novia me vea cerca de él.

Hace como un mes que la maestra Colt me puso como su tutora para que André pueda pasar de curso, desde ese entonces lo veo dos horas dos veces a la semana, y son las mejores dos horas de toda mi semana. A penas si conversamos, me pongo muy nerviosa cuando él está cerca de mí, tanto que hasta olvido lo que tengo que decir y eso me hace sentir estúpida.

En el almuerzo voy sola como siempre hasta una de las inhóspitas mesas solitarias del comedor. Nadie se acerca a esa mesa, pero prefiero estar sola que tratar de conversar con alguien mientras como, sin embargo, esta es mi mesa favorita porque puedo contemplar a André que va sentado en la mesa de los populares.

Al final del almuerzo camino por el lugar para dejar mi bandeja con las demás, pero antes de que me vaya se me cruza en medio Cristal, que viene con una bandeja llena de sobras a medio comer.

-- ¿Creíste que no me iba a enterar? - Dice con el ceño fruncido.

-- ¿De qué estás hablando? - contesto.

-- ¡Vi que hablabas con MI novio en la biblioteca! - exclama pareciendo completamente ofendida.

De un golpe tira toda la bandeja sobre mí, dejándome llena de comida.

-- ¡Soy la tutora de André en geometría! - reclamo mientras dejo la bandeja a un lado.

Miro hacia adelante una vez más y esta vez veo a André parado junto a Cristal.

-- ¡André! - llamo ilusionada - Dile lo que sucedió, que solo estaba ayudándote con tu trabajo.

Espero a que él diga que sí, que él me pidió más ayuda para esta práctica en específico y que ya deje de molestarme. Pero no es así.

Todos lo que estaban al rededor esperan la respuesta de él, pero André solo baja la cabeza y no dice nada. Los demás comienzan a reírse de mí y una sonrisa sobresalió del plástico rostro de Cristal.

Mis ojos se llenan de lágrimas e intento retenerlas lo más que puedo.

-- ¿Pero qué es lo que está pasando aquí? - pregunta el director Larousse.

No respondo porque sé que si lo hago las lágrimas saldrán de mí y eso es lo último que deseo. Agacho la cabeza y tomo rápidamente mi bolso y salgo corriendo. No me importa que no hayan terminado las clases, solo salgo corriendo y me dirijo al bosque.

EL AVISTAMIENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora