Capítulo 8: A PRIMERA VISTA

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Narra Alejandro

La primera vez que la vi.

No fue exactamente como hubiese querido presentarme ante una bella dama como ella.

Si bien lo recuerdo yo estaba tirado en el suelo siendo golpeado por los idiotas de mis compañeros de clase, Levanté la mirada y la vi, trepada en un frondoso árbol mirándome fijamente, qué vergonzoso.

La seguí después de que ellos me dejaron en paz, su agradable aroma me guio directo a su casa. Gracias al cielo soy un buen rastreador, una de las buenas herencias de mis padres, si no me equivoco, fue precisamente herencia de mi madre, aunque sería difícil de decir con precisión, nunca puedo saber lo suficiente de mis padres como para estar seguro de si me parecía o no a ellos.

Allí estaba, dormida, indefensa, la contemplé durante unos minutos, miré mis manos y noté que no se parecían a las de ella. Así que tomé una decisión.

Sin pensarlo dos veces me metí en su mente tratando de averiguar que pensaría de mí si me viera en mi forma original.

Lo más extraño fue que ella no se espantó al verme, sino que inexplicablemente su mente transformó mi apariencia común a una versión más común en su planeta, me adaptó ante sus ojos dándome una forma más humana. No sabía que la mente humana pudiera hacer eso, debo tomar nota de esa cualidad, me servirá mucho para mi investigación.

Salgo de su mente para poder esperar a que despierte, la había contemplado toda la noche, es verdaderamente hermosa. Pienso hablarle justo cuando abra los ojos, pero cuando lo hace me espanto y huyo de ella. Sale corriendo de su casa, parece que olvidó algo importante.

Decido seguirla hasta su centro de estudios, es fácil de reconocer, se perece mucho a lo que tenemos en mi planeta.

Descubro que ella no es lo que creía, si lo pienso bien, se parece mucho a mí.

Regresa a su casa llorosa, pero trata de ocultarlo frente a la persona que vive con ella, ¿Será su madre? Luce muy joven como para serlo. Aunque no conozco muy bien las tradiciones de relación humana. Cuando regresa a su habitación me propongo hablarle, pero sé que tengo que tener bien listas mis palabras.

Ella cae rendida por le sueño, eso me da tiempo de fundamentar la identidad que me dio Oliver, desde ayer que debí acudir con sus líderes estudiantiles para poder pasar por un joven normal en su mundo.

El trámite parece ser sencillo, eso de que te consideren estudiante de intercambio es muy creíble, lo que no saben es de cuán lejos vengo en realidad.

Logro cambiar los datos de mi información para poder tener la oportunidad de solicitar hospedaje en casa de alguno de los estudiantes, ellos preguntan acerca de esta petición, así que invento alguna historia trágica de la cual nadie quiera saber muchos detalles, por lo que dejan de preguntar.

Cuando veo una lista de posibles familias de estudiantes que recibirían a un estudiante de intercambio veo la foto de la joven a la que seguí. Pido quedarme con ella, pero me lo niegan la primera vez, dicen que está atravesando malos momentos, así que los convenzo de que no hay mejor manera de que alguien recupere la confianza que afianzando con un nuevo amigo.

Me lo creen también.

Regreso a su casa, ella sigue dormida. Espero en silencio a que despierte, esta vez sí tendré el valor suficiente como para hablarle.

Me ubico en el costado de la habitación para darle un efecto mucho más dramático, pero cuando ella se levanta de la cama va directamente al baño y se moja la cara, para cuando sale parece que me ha visto.

Ella no debe recordarme, los humanos tienen una mente muy débil y su cerebro se limita a si mismo, haciendo imposibles algunas cosas.

Al verme con más claridad salta espantada, dando un grito tremendo.

-- Hey, no grites, me lastimas los oídos. - le reclamo, cuando para de gritar.

A penas si estoy estrenando estos oídos humanos, aún son muy sensibles a los sonidos fuertes.

Ella se derrumba junto a una mesa detrás suyo, y se queda allí acorralada, presa del miedo.

Creo que mi entrada tuvo el efecto dramático que deseaba. Me acerco a ella hasta que quedamos cara a cara, sus labios tiemblan al intentar hablar y me mira con una impresión única.

-- Eres el tipo de mi sueño. - susurra lentamente.

Me acerco a ella hasta estar imprudentemente cerca de su rostro, la observo directamente a los ojos, sus ojos son cafés oscuros. Me pierdo locamente en su mirada.

EL AVISTAMIENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora