Capítulo 23: DESCUBRIENDO MIS ORÍGENES

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Narra Celeste.

Miraba desde una de las ventanas cómo nos deteníamos e intentaba pensar en qué era lo que me esperaba detrás de esa puerta. De pronto todas las ventanas son cerradas con fuerza con algo así como rejas de metal.

El brillo blanquecino no dejó de prevalecer y se hizo aun mas intenso, André se frota frenéticamente los ojos, al parecer a el le afecta más que a mí.

-- Chicos, que bueno que ya despertaron, - oigo la voz de Jhon resonando en uno de los pasillos, volteamos la mirada hacia la voz y lo vemos vestido totalmente de blanco brillante, ahora su piel parece aun mas clara que el día anterior.- pensé que debia ir a despertarlos, acabamos de aterrizar y antes de que bajen tengo que darles un par de indicaciones, así que seria maravilloso que me sigan.

Los tres compartimos una mirada confusa, Alejandro se encoge de bombos y emprende el camino hacia Jhon.
André toma mi mano y me dirige junto a ellos, al parecer me quedé congelada por un momento.

-- Como sospecharan, niños, este lugar es muy diferente al planeta en él que viven, pero tiene sus semejanzas que les ayudará a adaptarse mas rápido,- nos guía a la habitación de hospital que vimos el día anterior.- primero les haré unas evaluaciones y luego veremos como resolver sus dificultades.

Nos señala con la mano un taburete con forma de camilla y los tres instintivamente nos senatamos, veo a Jhon moverse de un lado a otro trayendo y llevando cosas extrañas.

-- Dijiste que no las usaría en nosotros.- susurra André.
-- No creo que nos haga daño.- intento consolarle, aunque estoy empezando a dudar de eso.
-- Tranquilos él huele el miedo.- nos dice Alejandro.
-- ¿Como rayos esperas que me tranquilize si me dices eso?- le reclama André, que ahora en serio parece alterado.
-- Primero un examen de la vista.- menciona Jhon, acercándose con algo así como unos lentes extraños.- su uso es sencillo e indoloro, debo aclararles. Solo miren fijamente hacia el frente mientras les coloco estos lentes para medir su capacidad de visión.

André es el primero, Jhon le coloca los lentes y una luz completamente roja se desprende de ellos, esto hace que él corazón se me dispare del susto y por poco salgo corriendo.

-- Tranquila, Celeste, no pasa nada.- anuncia la voz de Jhon, pero no le creo demasiado.- terminamos.- dice quitándole los anteojos a André, él se frota un momento los ojos y parpadea varias veces.
-- Eso fue totalmente distinto a las pruebas de anteojos normales.- dice cuando deja de frotarse los ojos.
-- ¿Usas anteojos?- pregunta Alejandro conteniendo una risa.
-- No, pero debería, mi visión ha disminuido estos últimos meses.- contesta un poco enfadado.
-- Eso explica mucho, André, - interrumpe Jhon.- tu vista era muy buena para los humanos, pero anormal para nosotros, pero con esta disminución de la visión tus células indican una extraña adaptación a nuestro mundo, ¿Hace cuánto tu visión empezó a fallar?
-- No lo sé, medio año, creo.
-- Desde hace cuanto se conocen?
-- Tres meses, ya casi cuatro.- contesto yo.
-- Eso es bastante extraño, tu visión parece estar adaptandose a este momento desde mucho antes de que suceda, - para un momento, como analizando la situación a mucho detalle - voy a ponerte unas gotas que te ayudaran a ver con claridad lo que hay en este planeta.

Saca de su bolsillo un pequeño frasco con un contenido casi transparente, le coloca las gotas y al terminar se acerca a mi.

-- Celeste, hazme el favor.- extiende los extraños lentes a mis manos.

Tomo el objeto con un poco de duda y lo analizo antes de ponérmelo, cierro los ojos antes de ponerlo en mi rostro, cuando me siento segura abro lentamente los ojos, y pasa algo extremadamente raro: todo se pone blanco por un momento, pero luego hago distinción de figuras y colores, la imagen se hace cada vez más clara y puedo verla, mi padre está parado allí, en algo como un salón elegante, tiene la mirada fija en un papel que no logro ver con perfección. "--Sé que es lo correcto pero no creo poder." dice él con la mirada fija en las sombras. "-- Tu lo dijiste, es lo correcto, debemos hacerlo, es por su bien." menciona la voz que está oculta en las sombras. "-- Por favor, si llegamos hasta aquí ¿no te parece que podemos llegar a encontrar una solución a esto?" "-- Ya lo intentamos todo, ¿no lo recuerdas? Por eso hacemos esto, porque no hallamos otra solución." Mi padre se frota las sienes y suelta el papel al fuego. "-- ¿Ni siquiera una despedida?" "--Acéptalo, tú fuiste el que más pudo disfrutar, nosotros nisiquiera tuvimos él placer de convivir con nuestros hijos, llevas ya seis años disfrutando de algo que a nosotros nos fue negado desde  el primer momento." Veo en su rostro labtriateza y desesperación, junto a una lágrima contenida que busca por donde escapar. "-- No fue suficiente, no puedo hacerlo, es mi niña y no permitiré que la alejen de mi. Estaré con ella me apoyen o no" dice papá a voz decidida. "-- Esta bien, como quieras, quedate con ella y muere, que no volverás a tener nuestro apoyo" "-- Lo que sea por mi pequeña"...
La imagen se hace mas borrosa e incomprensible, los sonidos se alteran y salgo de aquel lugar, cierro los ojos y cuando vuelvo a abrirlos todo está como antes, ya no tengo los lentes puestos.
Alejandro me mira con terror, al igual que André y Jhon, intento levantar una mano pero la fuerza me falla, me doy cuenta que estoy cubierta de sudor y lágrimas.
-- ¿Que me hizo?- logro pronunciar horrorizada.
-- Los lentes activan cierta parte del cerebro humano y lo traslada a una dimensión distinta para que altere recuerdos o sucesos en la historia de nuestro planeta, no puedo controlar lo que ven, ni cómo lo ven, solo me muestra el estado de su visión en nuestro planeta.

Siento el brazo de Alejandro se posa sobre mi, dándome cierta comodidad y tranquilidad.

-- Tu visión debió fallarte desde hace unos años, ¿verdad?- pregunta Jhon.
-- Si.
-- Tienes una visión apta para nuestro mundo, unas gotas bastan para adaptarte.

Él se acerca con unas gotas y me pone dos en cada ojo, al principio pican como la vez que me puse ajo sin querer, luego la picazón pasa a ser algo menos molesto, después de un rato se vuelve totalmente cómodo.

-- No es tan malo.- murmuro.
-- ¿No es tan malo? Para ti, a mí sigue doliendome.- se queja André.
-- Vamos muchachos, no es la única prueba.

Nos ponemos de pie, Alejandro sigue abrazándole aunque ya le dije que me encuentro en perfecto estado, André es el que necesita apoyo, choca con algo cada cinco segundos, y eso que los pasillos son anchos.

-- Tomen estas pastillas, les ayudará a poder verse como nosotros, un plan perfecto para cambiar esto.

En sus manos tiene un par de pastillas que irradian como el sol, tomo una y André la otra, es suave y cálida, casi siento todo su recorrido por mi cuerpo.

-- No se separen del grupo, no empujen a nadie, no miren a nadie a los ojos. - nos acercamos a la puerta de metal por la que entramos -. Preparence para conocer lo que no muchos humanos conocen. Bienvenidos al planeta Eris.

Las puertas se abren, la luz blanca no deja de irradiar y alumbrar todo a su alrededor. Algo en mi interior se revuelve, algo dentro de mi reconoce que he llegado y vuelto a casa, algo me dice que ahora en serio podré descubrir mis orígenes.

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⏰ Última actualización: Dec 07, 2016 ⏰

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