Salimos de mi casa para ir al centro comercial del pueblo, no es la gran cosa pero es lo mejor que hay en este estúpido pueblo de cuarta.
-- ¿Por qué te pusieron ese nombre? - pregunta mi acompañante.
-- Mamá me lo puso por el color de mis ojos.- contesto mientras caminamos. Él se detiene a mirarme a los ojos y hace una mueca.
-- A mi parecer tus ojos son cafés. - contesta extrañado.
-- Ah, es que son mis lentes de contacto. ..- ahora que lo recuerdo olvidé quitármelos hace un día, está claro que me van a regañar por eso.
-- ¿Y por qué son de otro color? - pregunta con curiosidad.
-- Sabes...-comento- tu me haces más preguntas de las que yo te he hecho hasta ahora, y toma en cuenta que ahora debería estar en estado de shock por lo que me dijiste hace un momento.
-- Tienes razón- me contesta- te toca hacer las preguntas.
A ver.... que podía preguntarle.... o mejor dicho que era lo que no iba a preguntarle! Tenía a un extraterrestre a mi lado y además era guapísimo!
-- ¿De donde vienes? - esa ea la primera pregunta que se me ocurre.
-- De Eris. - ok, a la pregunta su respuesta.
-- ¿De ese planeta enano?
-- Oye será pequeño pero es genial vivir allí. - ahora qué, lo ofendí por decirle que el planeta que habita es considerado un planeta enano?
-- Ok. Aquí se le dice así, bueno....-otra pregunta. ...- y tus padres ¿saben que estás aquí o te fugaste?
Su expresión cambia por completo, tensa la barbilla y su mirada se vuelve fría y triste.
-- Ellos están muertos. - contesta con voz seca y rasposa.
-- Lo lamento.- comento con un hilo de voz.
Bajo la mirada y me arrepiento por haberle preguntado eso. Cuando vuelvo a mirar al frente veo que ya habíamos llegado.
-- Es aquí. - digo en voz baja y todavía con arrepentimiento por la anterior pregunta.
-- Bueno que esperamos- dice con calma y hasta un poco de alegría.Entrar por esa enorme puerta acompañada por ese chico tan lindo elevó mi autiestima al mil, no si fue mi impresion o ese primer extraño sentimiento pero sentí como si todos se voltearan a vernos. Conocía a la mayoría de jóvenes que estaban allí, esa es otra de mis características, conozco de nombre y apellido a todo el mundo, pero mundo es el que no me conoce a mí.
-- ¿Cómo es tu planeta? - digo rompiendo el silencio.
-- Mmmmm, es pequeño, si, por eso la mayoría de nuestros habitantes se marchan a lugares más "deseables", por así decirlo. - al decir la palabra "deseables" hace unas comillas con las manos.
-- ¿por qué no es deseable?
-- bueno, es un lugar muy frio y si no tubieramos la Gran Máquina, estariamos todos a oscuras y congelados.
Levanto una ceja en señal que quiero una explicación más específica.
-- ¿Viste la película Ember La Ciudad Perdida?- pregunta, pienso un momento y la recuerdo.
-- Sí, la vi, ¿por?
-- El generador, tenemos uno igual, sin él no hay luz y mucho menos calor....
Ya entendí el ejemplo.
-- Como se supone que comces esa película?- pregunto al darme cuenta de su ejemplo tan especifico.
-- Soy muy fan de tu planeta, mi sueño es poder mudarme aquí cuando termine la universidad.
-- Ah, claro.
Avanzamos por el lugar hasta llegar al punto deseado.
-- Este es el patio de comidas. - digo señalando al frente.
Nos acercamos al lugar para pedir la comida.
-- ¿Qué es lo que desean? - pregunta la señora de turno.
-- Dos porciones de papas fritas, por favor.- ordena Alejandro.
Cuando la señora se da la vuelta para traer los pedidos, miro de frente a mi compañero.
-- Asi qué conoces las papas fritas....- le digo con interes.
-- Quién no conoce las papas fritas? - dice gracioso.
Sonrío.
La señora vuelve con dos bandejas con patas fritas y nos las entrega. Él paga y vamos a sentarnos en una mesa casi al centro del lugar.
Cuando estamos por comenzar, desvío un poco la mirada, que mal.
Veo que en la mesa de al frente están André con la estúpida de Cristal, los veo jugar y coquetear. Ver a la persona que te gusta con la chica que mas odias es lo peor que le puede pasar a una persona enamorada.
Me queman los celos por dentro, tengo las sinceras ganas de lanzarme sobre Cristal y hacerle pagar por todo el dolor que me ha causado.
-- ¿Quién es? - pregunta Alejandro.
-- Nadie en especial- miento.
-- Pues no parece - dice volteando para ver a quién observaba.
Que mal, Cristal se dio la vuelta y me vio, solo logró ver la espalda de Alejandro. Se hacerca con lentitud y me mira cruzada de brazos.
-- ¡Miren a quién tenemos aquí! - exclama casi gritando- a la chica ovni....- suelta una estruendosa carcajada.
Todos los demás jóvenes que escuchaban se hecharon a reír con fuerzas.
-- Sabes, me enteré que una idiota que no tuvo ni valor ni coraje para suicidarse fue gritando como una loca a la comisaría que había visto a un ovni en el bosque...
Todos rien con ganas, siento como la sangre me hierve por dentro, y como esa sangre sube hasta mis mejillas. ¿cómo se había enterado? Ah, claro, André. Olvidé que su padre era el comisario. Él debió contarle lo que sucedió ese día.
Me puse de pie con toda la ira acumulada, necesitaba hacer algo.
-- Lo siento, Celeste, yo sólo. .. lo comenté, no queria esto.- dice André al ver que ya sospeché sobre su culpabilidad.
-- Debiste pensarlo dos veces idiota.-le grito con todas mis fuerzas. Él intenta acercarse a mí.
-- ¡No te le acerques! - ruge furioso Alejandro, que se interpuso en el camino de André.
Yo, cobarde como siempre, corrí a llorar al baño.
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EL AVISTAMIENTO
Любовные романыCeleste es la tipica nerd raleada del grupo de los adolescentes normales. Una noche ve algo que cambiará su vida para siempre, ve un platillo volador caer del cielo, conoce así también a Alejandro, que parece ser el amor de su vida entera. André, el...