FINAL

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Me puse el traje más hermoso que encontré en el armario. No podía borrar esa sonrisa de mi rostro. Fue una noticia inesperada, pero no por eso deja de ser sumamente especial. Siempre había soñado con ser mamá y saber que tendré esta bendición con Bayron, no permite que pueda disimularlo. La emoción brota por todos mis poros.

Fui a recibirlo en la puerta y, a pesar de que venía cargando con un ramo de rosas rosadas muy hermoso, una botella de vino y un regalo, me arrimé a sus brazos como si no hubiera un mañana. Besé sus labios y mejilla, sintiendo que esas mariposas se alborotaron en mi estómago. Me hacía tanta falta verlo.

—¡Feliz aniversario, mi amor!

—¡Feliz aniversario! Te ves preciosa, dulzura. No hay mejor sentimiento que verte y tenerte entre mis brazos luego de haberte extrañado tanto.

Tomé el regalo en mis manos y el ramo, deleitándome con el aroma de las flores.

—Gracias, mi cielo. Están hermosas. ¿Puedo abrirlo ahora?

—Claro — dejó su abrigo en el armario, y caminó conmigo a la cocina para soltar el vino en la encimera—. Espero te guste.

Abrí el regalo, encontrándome con el libro "Eleanor & Park" de Rainbow Rowell. Es increíble la buena memoria que tiene. Recuerdo que la última vez que fui a la librería con él, tuve que soltar el libro porque ya tenía otros tres en la canasta. Estaba muy interesada e intrigada en leerlo, pero no sabía por cuáles decidirme. Más que el hermoso detalle, para mí significa mucho más saber que siempre está atento a todo lo que tenga que ver conmigo. Este detalle dice más que mil palabras.

—Estoy seguro de que le encontrarás un espacio para leerlo.

—Sin duda alguna. Me encanta. No puedo esperar para ubicarlo al lado de mis nuevas adquisiciones — plasmé un apasionado beso en sus labios, antes de apartarme hacia la nevera y mostrarle el dulce que preparé ayer—. Hice tu dulce preferido. Tuve que ocultarlo desde ayer, antes de que fueras a verlo en la nevera o ya hoy no hubiera quedado nada — sonreí.

—Mmm, se ve delicioso, aunque no más que tú.

Mis mejillas no tardaron en calentarse por su comentario. Es inevitable no caer rendida ante esos intensos y hermosos ojos cafés, más esa sonrisa tan encantadora. Me gusta mucho cuando es atrevido.

Mientras se daba un baño, estuve en la cocina terminando de preparar la comida. Adorne la mesa como si estuviéramos en un restaurante, puse dos velas, traje las copas, y puse las flores que me trajo en el centro, dándole un toque más especial a nuestra velada. Estaba contenta con el resultado, me esmeré mucho en que todo quedara bien. Incluso el mantel va a tono con el ramo de rosas. Cualquiera diría que nos pusimos de acuerdo.

Su perfume varonil inundó la cocina y ahí fue que supe de su presencia. No sé desde cuándo estaba viéndome, pues estaba tan concentrada en servir la cena que no me fijé. Tenía una camisa manga larga negra y un pantalón mahón largo un poco ajustado. Se veía muy atractivo y guapo. Me encanta verlo con camisas negras, más sabe que una de mis debilidades es su exquisito perfume.

—¿Te gusta?

—Te ves tan bello, mi amor— planté un suave y exquisito beso en sus labios—. La cena está servida. Quiero que comas calientito.

Me ayudó llevando los platos a la mesa y cenamos cómodamente, trayendo recuerdos de lo que hemos pasado durante estos años. Todo lo que registra mi mente son momentos únicos los que he vivido a su lado. Quisiera que esta felicidad fuera eterna.

—Brindemos, dulzura.

No iba a hacerle un desplante, decidí tomar en mis manos la copa, pero no pensaba tomar de ella.

—Hoy es un gran día, mi amor — le dije.

—Para mí todos los días que paso a tu lado son los mejores. Es increíble que ya son cinco años, y para mí es como si no hubiera pasado el tiempo. Hemos enfrentado las verdes y las maduras juntos. No existen palabras para agradecerte por ser la maravillosa mujer que eres. Vivo orgulloso de ti, de cómo eres y de todo lo que haces. Han sido años llenos de retos. Es tan increíble todo lo que has logrado. Gracias por permitirme estar a tu lado en todo este trayecto, por darme el privilegio de participar y celebrar tus logros. Me encanta verte rodeada de niños, esa sonrisa, esa pasión que les dedicas, el cariño y amor que les brindas solo demuestra la gran mujer, profesional y ser humano que eres. Tienes el don de tocar el corazón de todos aquellos que tienen el privilegio de tenerte en sus vidas. Has cambiado radicalmente la mía— soltó la copa en la mesa, y rodeó la mesa hasta alcanzarme—. Nunca cambies — tomó mi mano izquierda y dejó un suave beso en ella —. ¿Me amas?

—¿Qué tipo de pregunta es esa? Por supuesto que lo hago.

—¿Lo suficiente como para atar tu vida a la mía para siempre?

—Claro que sí — respondí sin titubear, cuando caí en cuenta de lo que estaba tratando de decir—. Espera un momento, ¿estás pidiéndome matrimonio?

No terminé de decirlo, cuando se arrodilló a un lado de mi silla y quedé de pie en un abrir y cerrar de ojos, sin poder creer lo que estaba viendo. El anillo que había dejado expuesto ante mis ojos era deslumbrante. Mi corazón saltó un latido, me atraganté con mis propias palabras debido a la emoción.

—¿Te casarías conmigo, Abril? No sabes lo difícil que ha sido encontrar el momento adecuado. He peleado conmigo mismo. Desde que comenzamos a salir hace cinco años atrás, había deseado esto con todas mis fuerzas. Si hubiera sido por mí, te hubiera pedido matrimonio ese día, pero sé que iba a ser muy prematuro y no quería espantarte. Además, quería darte tiempo a organizarte. Has estado saturada de estudios, responsabilidades y obligaciones. Ahora que estás libre de todas esas cargas, que todo ha caído en su sitio y estás menos agobiada, pienso que es el mejor momento. No sé si piensas lo mismo...

—Nada me haría más feliz que convertirme en tu esposa— lágrimas brotaron de mis ojos, debido al mismo nudo que se formó en mi garganta de la felicidad.

Creí que mi sorpresa sería la más inesperada y resulta que él había estado ocultándome esta. Mi corazón estaba latiendo apresuradamente, viendo cómo deslizaba el anillo en mi dedo y encajaba en el a la perfección. No sabía cuál sería el momento adecuado para darle mi noticia, pero no podía aguantarlo por más tiempo.

—Estoy embarazada, mi amor. Vamos a ser papás — exploté.

—¿Qué? — su sorpresa fue tanta que quedó de pie en una fracción de segundos—. Repítelo.

—No sé cuánto tiempo tengo, pero estoy embarazada.

Me llenó la mejilla, el cuello, y los labios de besos, levantando a su vez mi cuerpo por la cintura y con suma facilidad. No esperaba su fuerte apretón, pero estaba feliz de su reacción porque, al igual que yo, estaba emocionado y entusiasmado con la noticia. Me enamora su risa, sus saltos de emoción y su fuerte abrazo. No quería soltarme y yo tampoco quería despegarme, pues su calor es tan reconfortante y tranquilizante.

—No sabes lo feliz que me siento con esta noticia, dulzura— me sentó encima de la mesa, pero sin apartarse de mí—. ¡Vamos a tener un bebé, fruto de este amor tan grande que siento en el alma por ti! No hay palabras para describir esto que siento en este momento. Ahora con más razón hay que casarnos pronto.

—Concuerdo contigo, cariño.

—¡Dios mío, es que eres tan maravillosa! — entrelazó su mano en mi cabello, descansando su frente en la mía—. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, Abril. Gracias por hacerme el hombre más feliz de la faz de la tierra. Nunca dudes que te pagaré de la misma manera. Te haré la mujer más feliz del mundo y daré todo de mi en ser el mejor esposo para ti y el mejor padre para este bebé que estamos esperando— sus ojos cristalizados despertaron muchos sentimientos dentro de mí.

—Ya lo soy; soy la mujer más feliz del mundo, porque te tengo a ti y a este pedacito de cielo nuestro que está creciendo dentro de mí. Te amo, Byron.

—Te amo, mi diosa.

No me cabe duda. Byron lo es todo para mí...

Prometo Amarte [✓] [EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora