party?

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Park Jimin era un universitario precioso, sonrisa tierna y ojos oscuros que hacían un bello contraste con su blanca piel. Gracias a su físico y personalidad demasiado extrovertida había logrado toda su universidad lo conociera o hubiera oído de él, y lo amaban, y nadie se le resistía, menos el único chico que le importaba, Jeon Jungkook, su conejito.

Acabó su clase temprano y mientras iba hasta la cafetería pudo escuchar a dos chicos hablando.

— ... Jungkook hará una reunión.

Jimin freno sus pasos y tras pensárselo se le acercó a uno de sus amigos.

— Jeon hará una fiesta, ¿la animamos?

El joven le dio una mirada traviesa y así sellaron su acuerdo.

<...>

El timbre sonó, una, dos, tres veces.

— ¡Ya voy! — Gritó Jungkook corriendo a abrir, no sabía que sus amigos eran tan desesperados, giro la manija y un cardumen de adolescentes lo embistió, pasaron por su lado diciéndole cumplidos sobre su casa y riendo por su cara de asombro.

Soobin le dijo que traería un amigo, pero era imposible que fuera uno de ellos.

Salió corriendo hasta la calle y vio todos los autos aparcados fuera, sus padre lo matarían si vieran esto, empezó a pensar que rayos hacer cuando salió de otra camioneta seguida de una chica uno de los mayores idiotas de su universidad, Jimin.

— Hola, Jungkook. — Musito alegre mientras su acompañante se colgaba de su brazo, luego lo miró divertido. — Bonita fiesta.

Jungkook no respondió, básicamente no podía, habían llegado sus amigos y lo miraban confundidos, se echó a correr hasta ellos y apoyo la cabeza en el hombro de Soobin.

— ¿Hiciste una fiesta?

— No, llegaron de la nada...

Los chicos asintieron y Jungkook por un momento pensó en irse con ellos a la casa de Namjoon pero escucho unos vidrios rotos, volvió a correr hasta su casa y encontró a todos bailando, rompiendo vasos y lo peor, no veía a Gureum por ningún lado. Corrió hasta su cuarto lleno de resignación y al entrar vio a Jimin con una chica diferente a la que vio antes en su cama, desnudos, con su ropa por toda la habitación. Fue el ultimátum, tomó la ropa que estaba en el piso y se las lanzó en la cara, la chica gritó.

— ¡Largo de mi cuarto!

No fue necesario más para que la fémina saliera corriendo.

— Jungkookie... — Intentó quejarse Jimin.

— ¡Oh, cállate! ¡Tú planeaste esto! — Le gritó mientras sus ojos se empañaban dejando salir lagrimas de impotencia. — ¡Por eso todos están hablando de ti abajo! ¡Pues felicidades! — Acabo por decirle mientras se acercaba al panel de electricidad y cortaba la luz de toda la casa. Se escucharon gritos de reclamo y Jungkook llevo la mirada a su espejo, estaba en pijama, nuevamente quiso llorar pero suprimió sus sollozos y se colocó una capucha que encontró tirada, luego miro a Jimin con rabia contenida. — No toques mis cosas y ponte algo.

— Jungkook tienes puesta mí...

Pero el castaño ya se había ido, suspiró, la broma había ido demasiado lejos.

Jungkook se le acercó a uno de los chicos que había escuchado gritar y le susurró. — Los padres del anfitrión están viniendo con la policía por quejas de los vecinos.

Se corrió el mensaje en menos de una minuto y después de diez minutos toda la casa estaba desierta, sucia, pero desierta, Jungkook suspiró rendido y se tiró a su sofá dejando escapar sus lágrimas. Se hubiera pasado toda la noche ahí pero recordó a su perrito, lo busco por toda la casa pero no estaba, subió a su habitación y se encontró a Jimin acurrucado con Gureum.

— Sigues aquí.

— Tienes puesta mi polera.

Jungkook se ruborizo.

— Te queda bien.

El castaño suspiró de nuevo y se tiró al costado de Jimin sorprendiéndose cuando este lo abrazó acariciando sus cabellos.

— Me ayudaras a limpiar si te quedas.

El mayor besó su frente, quería pasar la noche con él, pero sabía que había una casa por limpiar. Acabaron realmente rápido y para sorpresa de ambos, terminaron abrazados tomando chocolate.

Jimin dejó un nuevo beso en el cabello del menor. — ¿Ya no estás molesto? — Preguntó.

— No, al final acabo muy bien, solo espero que no sea unos de tus ligues por una noche. — Bromeó.

Jimin se acercó a sus labios, sus respiraciones se combinaron y tras unos segundos de tensión juntaron sus bocas en un beso dulce, ninguno hizo más que disfrutar del contacto hasta que la falta de aire los hizo separarse.

Jungkook le dio una sonrisa. — ¿Te gusto?

— Me gustas.

— Entonces, ¿somos novios?

— ¿Tú quieres serlo?

El castaño asintió y Jimin lo envolvió en sus brazos.

— Somos novios. — Afirmó.

Jungkook iba a responder pero escucho unas llaves abrir la puerta, eran sus padres.

— ¿Jungkook? — Preguntó su madre y luego fijo la vista en Jimin.

— Hola mamá, él es Jimin, mi novio.

Sus padres se la acercaron y sonrieron dándole la mano. — Un gusto.

— Igualmente, señores Jeon.

— ¿Comieron algo? — Preguntó el señor Jeon.

Ambos chicos negaron y la madre del menor se fue a la cocina seguida de su esposo.

— ¿La noche acabo bien? — Preguntó Yoongi

— Acabó bien.

Estaban por volver a juntar sus labios pero un grito de la mamá del castaño los asustó.

— ¡¿Soobin y Yeonjun?! ¡¿Que hacen en el patio?!

Ambos se miraron.

Oh no.

 ⠀   ♥︎      jikook oneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora