Golden.

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Jungkook estaba ahí en contra de su voluntad, su familia le había pedido, no, le había ordenado que fuera a la fiesta del príncipe solo para poder juntarse con la alta sociedad, obviamente el rubio se sentía tan agobiado por tener que hacer eso.

A penas dio un paso en aquel gran salón pudo ver las miles de personas que venían por el cumpleaños del precioso chico. Tal como lo esperaba, Jungkook se abrumo rápidamente y salió del salón directamente al patio del lindo palacio, faltaban treinta minutos para las doce, maldijo en voz baja, el debía estar supuestamente en la fiesta en estos momentos, su familia lo mataría.

— Pensé que era el único que vendría aquí a esta hora.

Jungkook se dio la vuelta encarando a aquel desconocido quedándose sorprendido al ver que era el príncipe, su asombro aumento al percatarse de que le estaba mostrando una bonita reverencia, se veía realmente tierno, sin perder lo varonil y aunque sus facciones y aura eran realmente intimidantes Jungkook no se sintió desprotegido en ningún momento. ¿Ese era el atemorizante príncipe que nadie en ese gran palacio lleno de princesas había podido enamorar?

— ¿Alteza? ¿Qué hace aquí?

Jimin se encogió de hombros mientras se sentaba en el pasto a orillas de los pies del rubio.

— No me gustan los lugares ruidosos.

Jungkook se sentó a su lado, le dio una mirada de reojo al chico rápidamente notando el gran atractivo de este, no supo cuando tiempo estuvo mirándolo hasta que Jimin le devolvió la mirada.

— No me has dicho tu nombre.

El rubio se ruborizo rápidamente. — ¡Discúlpeme, su majestad!

Park soltó una risita y negó. — Trátame de tú. — Replico mientras llevaba su mano al claro cabello de su acompañante peinando los mechones rebeldes que caían. — ¿Entonces te llamas...?

— Jungkook, m-mi nombre, es decir, me llamo Jungkook. — Balbuceo.

El príncipe tomo su mano y dejo un beso en ella. — Un gusto, dulzura.

Jungkook estaba por responder cuando muchas linternas flotantes empezaron a iluminar el oscuro cielo, el cumpleaños del príncipe había empezado, llevo su mirada al cumpleañero que miraba embelesado las linternas.

— Son preciosas, doradas y tan brillantes.

— Feliz cumpleaños, príncipe Park Jimin.

El mencionado fijo su vista en él y se acerco casi juntando sus labios.

— ¿Mi regalo puede ser un beso tuyo?

Jungkook no respondió y solo asintió, no podía negar que aquel príncipe le había encantado.

Jimin junto sus bocas en un suave beso, ambos suspiraron en medio del beso, el menor llevó sus manos alrededor del cuello del príncipe buscando no separarse, cosa que fue inevitable unos segundos luego a causa del oxígeno. A penas despegaron sus labios el rubio oculto su cabeza en el cuello del contrario.

— Jungkookie. — El rubio hizo un pequeño sonido indicándole que lo escuchaba. Jimin carcajeo y lo aparto de su cuello recibiendo un quejido de parte del menor que se sentía muy bien pegado a su cuerpo. — ¿Me concederás el privilegio de conquistarte?

Jungkook sintió sus mejillas arder y rápidamente asintió, Jimin estaba por besarlo hasta que pudo sentir el brazo de alguien en su hombro, era su guardaespaldas, sabia lo que significaba, hora de irse, se puso de pie ante la mirada triste del rubio.

— ¿Te apetece venir mañana? Dejare un permiso a tu nombre para que entres.

El menor asintió animado ganadose una caricia en el cabello de parte del principe. — ¡Nos vemos mañana!

Ambos se dieron una sonrisa final antes que separarse.

 ⠀   ♥︎      jikook oneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora