high school love

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Era la primera reunión que Jungkook tenía desde que se graduó del colegio, siempre había decidido faltar a todas ya que los exámenes de su universidad no le dejaban tiempo ni para si quiera poder atenderse a si mismo, pero esta vez al fin podría ir a ver a todos sus excompañeros.

Su vida de instituto fue linda, tenia un chico por el cual estaba loco y muchos amigos, el chico que le gustaba se quedó solo como eso, un gusto, y sus amigos mantenían un contacto regular con él, por lo que volverlos a ver era cuento menos, agradable.

A penas entró a la casa de Soobin pudo ver a todos sus amigos alrededor de una mesa, cuando lo vieron exclamaron su nombre y se acercaron a abrazarlo.

— ¡Es un milagro que te dejes ver, conejito!

— Exageras, Yoongi.

El rubio estaba por responder cuando otro de los adolescentes se acercó a Jungkook.

— No exagera, te extrañamos, pequeño.

Jungkook soltó una risita y fue de camino a la mesa en donde ya estaba su plato, al lado suyo estaba Jin, el que era secretario de sus cursos, ambos no perdieron oportunidad de saludarse.

— ¿Sabes que vendrá Jimin?

El castaño no pudo evitar ruborizarse, Park Jimin había sido su mayor flechazo del colegio y podía jurar que aún sentía su corazón acelerarse cuando lo veía.

— ¿En serio?

— Uhum, se sentará a tu costado, suerte Kookie.

— ¡Oh, vamos! ¡Ya no me...!

Jungkook estaba por terminar la frase cuando pudo ver a un pelinegro entrar al lugar, enfoco la vista y trago saliva al ver que era Jimin, el joven saludo a unos cuantos compañeros y se acercó a su silla al tiempo que Jin le guiñaba un ojo al menor y se iba.

Park le dio una sonrisa a Jungkook a penas lo vio y se acercó a darle un abrazo.

— Hola, cariño.

— Hyung, hola. — respondió con la voz más aguda de lo que hubiera querido.

— Es un milagro que estés aquí. ¿Me concederás un baile hoy, nene?

El pelinegro no dejó que Jungkook le respondiera, lo tomó de la mano y trazo un camino hasta la pista de baile, en donde solo estaban unas cuantas parejas, era una melodía linda, lenta pero no aburrida, perfecta para ambos.

— ¿Te ha ido bien en la universidad? — Inquirió Jimin tomando las manos del menor para dejarlas sobre sus hombros y luego llevar las suyas a la cintura de Jungkook.

— Es... — Murmuró nervioso mientras empezaba a moverse con el ritmo de la canción —. Es algo para alocarte, pero me va bien.

— Eso es bueno, muy bueno. ¿Nos extrañaste, conejito?

El menor asintió. — Te extrañé.

— Mira que casualidad, yo también te extrañé.

Jungkook estaba por decir algo cuando vio a uno de sus amigos atrás de Jimin haciendo el ademán de empujarlo, ladeo la cabeza con curiosidad pero al entender por fin que estaba pasando ya era muy tarde, tenia a dos chicos acercando su cuerpo al mayor cada vez más, Jungkook optó por esconder su cabeza en el cuello del mayor hasta que los dejaran en paz pero cuando estaba por hacerlo sintió algo pegarse a su boca.

Tardó unos momentos en procesarlo cuando razonó lo que estaba pasando, Jimin lo estaba besando. Se demoró unos segundos más hasta que tímidamente correspondió el juego de bocas que le daba el mayor, se quedaron un rato más disfrutando del sabor del contrario hasta que la falta de aire los hizo separarse.

Ambos se miraron por unos segundos.

— ¿Te gustó, encanto?

El castaño asintió aturdido logrando que el pelinegro riera y lo jalara hasta la salida ocultándolo de las miradas curiosas, sabia que Jungkook estaba totalmente avergonzado, y siendo sincero, aunque adoraba a sus compañeros, prefería pasar un rato con su menor en algún lugar más privado.

— Hyung. ¿Para dónde vamos?

— A donde tú quieras.

Jungkook abrió la boca y rápidamente la cerró mientras sus mejillas enrojecían a toda velocidad.

— ¿A tu casa?

El mayor asintió mientras tomaba su mano con tranquilidad, tiró del castaño con sutileza y a penas sus ojos se encontraron lo acercó a su cuerpo para un nuevo beso, esta vez no fue algo tan inocente, ambos solo querían fundirse en el otro, no era algo que pudieran describir, simplemente querían "más."

Jimin tomo la cintura de Jungkook con firmeza alejándose de sus labios y luego llevando su boca al cuello del menor que solo soltaba jadeos bajos por lo bien que se sentían aquellas caricias, Jungkook se apegó más al cuerpo ajeno mientras arañaba la espalda del mayor sobre la ropa cuando sintió una mordida en su cuello, ambos jóvenes se separaron agitados pero con una indescriptible sonrisa en ambos.

— Conejito, creo que hacer esto aquí es algo inapropiado. — Le dio una suave nalgada al castaño y dejó un suave besito en sus labios. — A casa, mi amor.

Jungkook asintió, no podía estar más conforme con que su amor de preparatoria hubiera vuelto.

 ⠀   ♥︎      jikook oneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora