Sword Art Online: Fuerza Incontrolable (SAO Fan Fiction volumen I)

Epílogo

Un mes ha pasado desde que salimos del juego infernal, mis piernas están recuperando su forma poco a poco, al principio tuve que caminar con un bastón para poder mantener el equilibrio e ir al hospital para trabajar en mi recuperación. Al día siguiente de salir de SAO el NerveGear fue destruido por órdenes gubernamentales, incluido el mío, y de cierta manera me siento algo nostálgico pues pasé mucho tiempo en ese mundo, pero como dije, no puedo odiarlo pues me dio muchos recuerdos y conocí muchas personas que jamás olvidaré.

Estaba sentado en el sofá de la sala de mi casa, mis hermanas y mi mama salieron al hospital ubicado en Tokorozawa, no muy cerca que se diga, así que decidieron dejarme en casa por mi cuenta, al principio pensé que eran muy desconsideradas, pero se siente bien estar solo en casa de vez en cuando aunque ya hayan pasado mas de dos años desde la última vez. El sofá de color gris se hundía junto conmigo dejando marcada mi figura, mis piernas extendidas ocupando el resto del mueble, en mi mano derecha el control de la televisión y en mi mano izquierda una bebida gaseosa en lata, el aparato de televisión estaba apagado, pero por alguna razón aun sostengo el control en mi mano. Tome un sorbo de mi bebida lentamente, sentí como el liquido cristalino humedecía mi boca y mi garganta pero fui interrumpido con un *TOC TOC TOC* que significaba una llamada a la puerta principal de mi casa, comenzaba a levantarme pero me vi interrumpido por una voz que provenía desde afuera.

“¿Leoni? ¿Estás en casa?”

Reconocí la voz inmediatamente al escucharla, pertenecía a un viejo amigo que deje en el último año de escuela antes de quedar atrapado en SAO, un único amigo con el que hablaba de vez en cuando en mi época de soledad a través de un chat en línea o video llamada, solíamos jugar algunas cosas en la red y compartimos cierto vicio por las pruebas de la realidad virtual, pero al momento de comprar el equipo solo yo logré obtener uno de ellos. una sonrisa se dibujó en mi rostro al escuchar una voz tan familiar.

“¡ya voy!”

Fue lo único que logré alcanzar a gritar. Me levanté del sofá mientras me sostenía de un descansabrazos, cuando logré mantener el equilibrio comencé a caminar hacia la puerta, supongo que tarde o temprano debería de caminar sin el bastón así que ¿por qué no intentarlo?, luego de unos pasos torpes y estarme sosteniendo de una pared a cada rato, por fin llegue a la puerta, la abrí con un movimiento hacia la derecha y se reveló a un chico que, supongo por la fecha actual, estará en sus 22 años de edad, el pelo corto, a diferencia del mío que decidí dejarlo un poco largo, de color café y ojos del mismo ocultos por un par de gafas con medio aro, su altura era un poco menor que la mía, 1.73 metros si puedo adivinar, vestía un traje elegante color negro y corbata fucsia, que no es muy masculino a mi parecer. Sus ojos se iluminaron al verme y una sonrisa se dibujó en su rostro, el chico cargaba una bolsa con algo rectangular en su mano derecha. Extendí mi mano al chico frente a mí y lo salude como lo haría usualmente:

“Sugou, amigo, que bueno volver a verte”

“lo mismo digo Leoni, es bueno volver a ver tu cara luego de dos años”

“¿deseas pasar?”

“claro, muchas gracias”

Sugou se dio entrada a mi casa mientras observaba las paredes que no había visto desde hace 2 años, algo muy parecido a lo que hice cuando regresé, luego él se quedo mirándome por alguna razón.