hospital of souls | m.c.

veintiuno

Narra Michael:

El maldito policía está muerto en el suelo. Bien, sueno como si no tuviera sentimientos pero todo lo que hizo fué quedarse observando y juzgando todo. Ahora está tirado muerto en el suelo.

Allie deja escapar un grito mientras yo continuo observando a los cuerpos. Mi madre está bien, se podría decir. Tiene algunos cortes y moretones pero está bien. El doctor Peters está tirado en el suelo inconsciente.

La madre de Allie está en un estado escalofriante. Su sangre se ha mezclado con su pelo, su brazo está doblado de una forma en la que no debería y está enrollada en el suelo tosiendo sangre. Da sollozos entrecortados y sostiene su estómago con su único brazo bueno.

Yo estaba de pie allí, con mis ojos bien abiertos y paralizado mientras los doctores comenzaban a hacer todo lo que podían para ayudarlos a todos. Yo estoy bien, siempre lo estoy después de que ocurran estos ataques. Sólo un poco abatido y sangriento.
Alguien me cogió del brazo y me sacó fuera de la habitación.

"¡Parad!" Le grito a los doctores que sostenían mis brazos. "¡Necesito asegurarme de que todos están bien!"

"No, vamos, necesitas volver a tu habitación." Me dicen calmadamemte.

"¡No!" Me sacudo para soltarme de su agarre.

"¡Mamá!" Allie grita y escucho cuando comienza a sollozar. Los doctores sujetan sus brazos también y comienzan a sacarla de la habitación. "¡Suéltenme!"

"¡Dejadnos, necesitamos asegurarnos de que están bien!" Envío una mirada amenazante a los doctores pero ellos continúan arrastrándome hacia el ascensor.

"¡Mamá!" La voz de Allie es rasposa y su respiracion es en jadeos. Comienza a golpear a los doctores con sus piernas pero éstos la sujetan y la traen de vuelta hacia afuera.

"¡No la toquéis!" Les grito a los doctores. Uno toma una jeringa de su bolsillo y la acerca hacia el brazo de Allie. "¡No te atrevas a hacerlo!"

"Cálmate, chico." Uno de los doctores me dice pero lo empujo y de alguna manera me suelto de su agarre. Me acerco al doctor que sostenía la jeringa y le golpeo en la cara. Él cae al suelo.

Los doctores empiezan a sujetar mis brazos y piernas sacándome hacia el ascensor mientras me intento zafar de su agarre. Allie está tiritando y sollozando, tratando de salir del ascensor mientras las puertas de éste se cierran.

"¡Mamá!" Parece que es la única palabra que puede decir pero no la culpo. Su madre no estaba en un buen estado.

Las puertas del ascensor se abren y los doctores nos siguen sujetando. Otros pacientes nos miran mientras batallamos contra su agarre.

"¡Que nos dejéis!" Grito.

"¡Por favor, déjenme ir a ver a mi madre!" Allie ruega con una voz desesperada.

"¡Soltad!" Mis extremidades comienzan a doler por el agarre que los doctores ponen en ellas.

"¡Por favor!" Allie solloza.

Nos dejan en nuestra habitación mientras un tumulto de pacientes nos observan. Los doctores batallan para dejarnos en nuestras camas y nos sujetan con una especie de esposas que ni siquiera había notado que nuestras camas tenían.

"¡¡Basta!!" Empiezo a gritar desesperadamente, me agobio, me agobia todo, lo saco de mis adentros gritando desesperadamente, y segundos después siento un dolor frío en mi brazo. Los doctores me dejan y caigo en un sueño profundo.

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Gruño y me despierto, intentando alcanzarme el pelo con las manos pero soy detenido por las casi-esposas. Tiro de mis brazos hacia arriba, intentando romperlas.

"Buenos días, Michael." Levanto la mirada para ver a nuestra enfermera, Nicole, sentada en una silla frente a mi cama.

"¿Por qué estoy atado a la cama?" Pregunto duramente.

"Tuviste un ataque de ansiedad con brotes de violencia, lo cual te aseguraron a la cama como precaución." Me responde.

"Bien, déjame salir." Digo.

Ella suspira y niega con la cabeza. "Debes estar completamente calmado antes que te deje salir."

"Estoy calmado, lo prometo. Estoy calmado. Ahora déjame salir." Digo lentamente.

"Michael, sabes que no puedo hacer eso." Me dice.

"¿Por qué? Dijiste que estabas de nuestra parte. ¿No era que querías lo mejor para nosotros?" Le miro pero no dice nada. "Estoy calmado." Intento convencerle pero solo suspira.

Nicole se levanta y se acerca a mi cama pero no dice nada.

"Me duelen los brazos." Digo, y es verdad.

Suspira de nuevo y aparta su mirada de mí. "Bien, vamos a cambiarte las vendas."

No consigo ver cómo pero me quita las casi-esposas.

Espera, ¿vendas?

"Gracias." Sobo mis muñecas y me doy cuenta de que mis brazos tienen vendajes, aunque puedo ver sangre seca en ellos.

Ella empieza a desenrollar las vendas, limpiando la sangre seca con cuidado.

Miro hacia la cama de Allie y veo que no está allí. "¿Dónde está?" Digo siendo obvio de quién hablo, empiezo a entrar en pánico.

"Tranquilo." Nicole me mira amenazante y luego continúa enrollando un nuevo vendaje en mi brazo. "Allie está con un terapeuta en estos momentos."

"¿Por qué?" Le pregunto.

"Estaba en un estado de shock, su madre murió."

"¿Murió?" Pregunto sorprendido.

"Sí, fue un proceso largo y terrible. Intentamos ayudarle pero no había nada que hacer." Dice tristemente mientras termina de ponerme vendaje.

"¿Cuándo va a volver Allie?" Pregunto silenciosamente tras unos segundos de silencio.

"Cuando esté más calmada." Levanta sus cosas.

"¿Sabes si eso va a ser pronto?" Le pregunto.

"No tengo ni idea, lo siento." Camina hacia la puerta. "Ahora deberías arreglarte. Tienes clase y debes ir a terapia."

Gruño y ella deja la habitación.

Después de vesitirme, rápidamente camino hacia la habitación en donde tenemos clase hoy. Me siento en donde Allie y yo nos hemos estado sentando pero esta vez estoy solo. No tengo a Allie a mi lado para pasar mi brazo sobre sus hombros. Su cabeza no está en mi hombro.

Para hacerlo incluso peor, las personas están constantemente mirándome y observándome. Se susurran cosas entre ellos como si yo no pudiera verlos.

Estoy completamente solo.