hospital of souls | m.c.

cuatro

Narra Michael:

"Michael, ¿cariño?" mi madre me llama y corro bajando las escaleras.

"¿Sí?" respondo.

"He estado hablando con nuestros vecinos nuevos de enfrente, parecen muy buena gente y nos han invitado a cenar con ellos. He aceptado" dice ella.

"Mamá, sabes que no puedo-" comienzo a decir, pero ella me interrumpe.

"¿Lo has intentado recientemente? A lo mejor hablar con la gente te podría ayudar" me dice.

"¡El doctor no pudo! ¡ese religioso estúpido no pudo! ¡nadie puede!" mi mano pasa a través de mi pelo con frustración. "Y sabes que la gente no puede venir aquí."

"Nos han invitado" dice mi madre recalcando el «nos» "y como he dicho he aceptado, vamos a ir, fin de la discusión."

"Pero mamá-"

"Sin pero's. Han pasado años desde que alguien quería conocernos, Michael. No se como te sientes tú pero yo de verdad lo tengo muy claro, definitivamente quiero hacer amigos" ella sonríe tristemente.

"Sabes que si no tengo amigos no es precisamente porque yo quiera" suspiro y una puerta se cierra de golpe detrás de mí pero no me molesta, ya me he acostumbrado.

Mi madre aún no se le hace usual así que se dá un gran susto. "¿No te molesta eso?" me pregunta "Es espeluznante."

Otra puerta se cierra de golpe como la anterior.

"Mamá, ya hemos hablado acerca de los insultos."

"Bien, ¿aún que no te asustó?" me pregunta.

"No, ya estoy acostumbrado" me encojo de hombros.

"Está bien, de todos modos nos iremos dentro de diez minutos" me dice y asiento.

No quiero ir a cenar con Allie y su familia. Creo que mi madre todavía no sabe que he conocido a Allie pero no puedo acercarme más y ella no está dispuesta a rendirse pronto.

Pero ha pasado tanto tiempo.

Deberías hablar con ella.

No saldrá herida.

Las voces empiezan a advertirme en mi cabeza. "¡Eso fué lo que digisteis la última vez!" les grito.

Mi ventana empieza a agitarse y veo a Allie a través de ésta, está cogiendo algo de su coche.

Ella es preciosa.

"¡Parad!" tiro una botella de agua de mi armario hacia el espacio detrás de mí. Oigo una suave risa.

"No puedo. No de nuevo."