catorce

177 25 4
                                    

(Maratón 6/6)

Narra Michael:

"¿Estás segura de que estás bien?" Le pregunto a Allie.

Estábamos sentados, en su casa, hablando pero le notaba distante. Su sonrisa no hacía que a sus ojos le salieran pequeñas arrugas y no estaba hablando tanto como siempre. Han pasado unos cuantos días desde que está así, y llamadme obsesionado pero puedo ver que está adelgazando.

"Sí, sólo estoy algo cansada." Se encoge de hombros. Cada vez que le preguntaba qué le pasaba se encogía de hombros o me decía que estaba cansada.

"Sé que algo está mal." Me siento en forma de indio para observarla mejor. Tomo sus manos entre las mías.

"Michael, no quiero molestarte con mis problemas." Se ríe. "Sólo estoy teniendo un mal día."

Suspiro y me siento bien para poner las piernas de Allie encima de mí. "Estoy aquí para todo, ¿de acuerdo? Quiero que sepas que si necesitas hablar de lo que sea, siempre te escucharé."

Ella pone sus brazos alrededor de mi torso y hunde su cara en mi pecho. "De acuerdo." Murmura.

Dejo un beso en su coronilla y acaricio su pelo. El tinte todavía sigue intacto y me encanta. Creo que le queda muy bien y ese color combina con su personalidad.

"¿Recuerdas lo que me dijiste la noche que comenzamos a salir?" Le digo suavemente.

"Te dije un montón de cosas." Ella se ríe despacio.

"Bien, me dijiste algo que en específico recuerdo mejor que el resto." Le sonrío. "Me dijiste que olvidara mi problema. Me dijiste que actuara como si yo fuera completamente normal y eso es lo que hice. Y desde ese día he estado actuando como si mi problema no existiera, no me ha molestado tanto. Se está convirtiendo inexistente."

Y era verdad. Desde ese día, un poco más de una semana, las voces gradualmente se están yendo. Menos cosas han pasado en mi casa y nunca he estado más feliz. Obviamente, sé que las voces no me van a dejar para siempre, pero tal vez, sólo tal vez, si pretendo que no están ahí, no van a lastimar a nadie. Tal vez me dejen ser normal.

"Pero, Michael, no creo que mi problema se vaya." Ella me dice, casi como si estuviera asustada y yo realmente quería saber qué le tenía tan asustada.

"Allie." Pongo mi mano debajo de su barbilla y hago que levanté la cabeza para que me mire a los ojos. "Te prometo, que cualquier cosa que esté sucediendo, va a irse. Estaré aquí para ti, tus amigos y tu madre también. Todos nosotros te amamos. Eres fuerte y hermosa. Vas a superar esto."

"Gracias, Michael." Me sonríe, se acerca a mí sentándose sobre mi regazo y enrolla sus brazos alrededor de mi cuello, haciendo que baje la cabeza para dejar un suave beso en mis labios.

Sus ojos marrones observándome, lágrimas comienzan a aparecer en ellos. Odio lo que sea que le está haciendo sufrir. No quiero que esté así, rota. Merece ser la persona más feliz del mundo.

"Te amo." Dejo salir, sonrojándome. Aunque sabía que estaba enamorado de ella hace un tiempo, esta era la primera vez que se lo decía.

Sus mejillas se sonrojan y sonríe. Su sonrisa es grande y por fin hace que se le formen arruguitas al final de sus ojos. "Te amo."

"¿De verdad?" Le pregunto sorprendido y ella se ríe.

"De verdad." Ella conecta nuestros labios una vez más. Traigo mis manos a su cadera y la recuesto en el sillón, me recuesto sobre ella a horcajadas, sin romper el beso. Ella tira un poco de mi cabello y dejo escapar un gemido involuntario. Paso mi lengua por su labio inferior y ella abre la boca, dejando que nuestras lenguas se enreden. Sus manos están bajo mi camiseta y las mías están a sus costados.

hospital of souls | m.c.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora