hospital of souls | m.c.

diecinueve

Narra Michael

Tenía mi brazo alrededor de los hombros de Allie mientras estábamos sentados al final de la habitación en dónde sería nuestra clase. Debería empezar en cualquier momento pero por el momento los chicos, que parecían como de nuestra edad, sólo hablaban y se paseaban sin sentido. Todo el tiempo había alguien que nos lanzaba una mirada acusadora.

"Esto es estúpido, pensé que si supuestamente estábamos dementes al menos podríamos dejar la escuela." Allie gruñe.

Me río. "Yo también. La escuela vuelve a la gente demente."

Observo alrededor de la habitación y noto que la mayoría de los chicos observaban a Allie de una manera que me ponía bastante intranquilo.

"Esos chicos te están mirando y no me gusta." Susurro en su oído.

"Aw, ¿alguien celoso?" Ella sonríe, susurrándome de vuelta.

"No me gusta cuando la gente te mira de esa manera. Eres mía." Le digo.

"Exactamente. Así que no importa si me miran, soy tuya." Ella presiona sus labios suavemente con los míos y sonrío.

El "profesor" entra a la habitación, parece un doctor.

"¡Buenos días!, tenemos dos pacientes nuevos hoy. Estaban restringidos en el hospital por unos días pero llegaron aquí anoche. Allie y Michael, por favor, poneos de pié." Él se queda parado en frente de todos y nos observa.

Allie y yo gruñimos bajo en unísono y nos ponemos de pie. Ambos saludamos y nos volvemos a sentar.

"Soy el doctor Johns, doctor y también vuestro profesor los lunes y miércoles." Nos dice y luego comienza a hablar de algún libro.

Allie y yo sentados al final, apoyados contra la pared, susurrando entre nosotros durante toda la clase. No prestamos atención, estamos perdidos en nuestro pequeño mundo. No le veo sentido a tener que aprender en un hospital mental de todas formas.

En un punto durante la clase, las luces parpadean y Allie pega un salto asustada.

"Tengo miedo, Michael." Me susurra.

"¿Por qué, cariño?" Le susurro de vuelta.

"No han venido en cinco días. Podrían volver en cualquier momento." Dice tristemente.

"Pero estaremos aquí para el otro cuando llegue ese momento. Te prometí que saldrías de esto, ¿recuerdas?" Presiono mis labios en su frente mirando de reojo al profesor con cuidado de que no se de cuenta.

"De acuerdo." Murmura y dirige su mirada a un punto perdido en el espacio.

"Estoy aburrido, Allie." Murmuro.

"No puedo ayudarte con eso." Ella bromea.

Pongo mi mano en su muslo y muevo mi mano arriba y abajo bajo la mesa.

"¡Michael!" Me regaña silenciosamente mientras mi mano va más arriba por su pierna.

"¿Qué?" Pregunto inocentemente y aprieto su pierna.

"¡Para!" Me observa con sus ojos bien abiertos.

"¿Te pone nerviosa?" Susurro lentamente en su oído y siento su escalofrío.

"Michael" gime y me rio, atrayendo un par de miradas de las personas a nuestro alrededor.

La gente se levanta y comienza a irse, lo que hace que me de cuenta de que el Dr. Jones ha anunciado la hora del almuerzo.

Allie y yo nos tomamos nuestro tiempo saliendo y tomando nuestra comida, buscando una mesa libre para comer en un rincón alejado de la gente.

"Ya puedo decir, estar aquí va a apestar." Allie dice y asiento.