hospital of souls | m.c.

seis

Narra Michael:

Una semana. Ha pasado una semana desde que no les he escuchado. Les he llamado para asegurarme y nada.

Me gustaría pensar que se han ido pero es demasiado bueno para ser verdad.

Aunque es un poco extraño. Nunca se habían ido por más de un día, pero ahora no puedo verles, escucharles o sentirles. No sé si estar feliz o asustado.

Mientras camino a la escuela todo parece más luminoso y alegre de lo normal.

"¡Hey, Michael!" oigo a alguien llamarme desde atrás.

Levanto la vista del suelo para ver quién me habla, aunque creo que ya lo sé. "Hola Allie" le respondo.

"¿Estás mejor que solo bien hoy?" me responde riéndose un poco.

"La verdad es que sí, estoy realmente bien hoy" digo con una pequeña sonrisa.

"Eso es genial, Mike" me responde con una encantadora sonrisa. "Tal vez te veré sonreír y reír más hoy, me gusta cuando lo haces."

Puedo sentir como me sonrojo con ese simple comentario.

"Sí, tal vez" murmuro.

Caminamos en silencio por un minuto o dos cuando decido hablar.

"Así que, ¿te gusta estar aquí?"

Han pasado casi dos semanas desde que ella se mudó aquí. Le ví el primer día que llegó desde mi ventana mientras estaba haciendo algo con su coche, con su bonito pelo castaño claro cayendo por su espalda y sus profundos ojos marrones llenos de dudas mientras miraba el vecindario.

Supe desde ese momento que tenía que mantenerme alejado de ella, o si no ella acabaría herida. Era preciosa y quería conocerla, pero me forcé a mí mismo a estar alejado, como siempre lo estaba. Aunque ella lo hizo difícil con su personalidad entusiasta y tendencia a hablar, siempre estaba a mi alrededor, forzándome a hablar y a quererla más.

"Oh, sí, está siendo mejor cada día, aún que solo tengo dos amigos" se ríe.

"¿Quién?" mi curiosidad habló por mí.

"Bien, está Feith que está en algunas de mis clases y tú" sonríe.

"¿Y- Y yo?"

"Sí, tú. Te considero mi amigo, aún que casi no hablas. Bueno, siempre caminamos hasta y desde la escuela juntos todos los días, eso también cuenta." vuelve a reír.

Era verdad, nuestras conversaciones son cortas y no muy frecuentes pero siempre caminamos juntos y en silencio. Bueno, no silencio; ella habla y yo le escucho, cautivandome por su voz y risas.

Allie es diferente, pero en el buen sentido. Es agradable, inteligente y graciosa, además de guapa aunque no sea un factor extremadamente importante. No me ignora como todos los demás, la gente de la escuela piensa que soy un fenómeno antisocial, claro. No le hablo a nadie pero tengo una buena razón; peligrosa y dañina razón.

Yo soy diferente, pero no en el buen sentido.

Me distancié de todo el que podría acabar herido construyendo muros a mi alrededor, manteniéndome alejado de la gente.

Pero Allie está derrumbando esos muros lentamente.