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(Maratón 3/6)

Narra Michael

Miro por mi ventana y veo a Allie y a su madre llegando a casa. Desearía poder salir de mi casa para ir a hablarle. No quería nada más que poder hablar con ella. Cuando hablo con ella, me siento normal. Ella me hace feliz y aleja a mis demonios.

Pero ahora no puedo hablarle. No puedo arriesgarme, cada día las voces son más fuertes, diciéndome que hable con ella. Cada día, ella se pone más triste, preguntándose qué hizo mal para que yo la ignore. Aunque no ha hecho nada mal, ella nunca podría hacer algo mal.

Ha pasado casi una semana desde que le hablé por última vez y me estoy volviendo lentamente loco. Extraño su risa y su sonrisa. Extraño cuando habla fuerte y como sus ojos se iluminan cuando habla. Extraño la forma en la que ella no piensa que soy un raro y me trata como a una persona normal. Extraño que no importe cuánto intento construir mis paredes para alejarle, ella sigue encontrando una manera para derribarlas.

Nadie se ha preocupado tanto por mí. Nadie ha intentado acercarse a mí. Se siente bien que alguien se preocupe tanto, aunque no lo hará por mucho tiempo. Si no le hablo, ella se olvidará de mí. Está haciendo más amigos cada día y pronto se olvidará de el pequeño raro que vive cruzando la calle.

"¡Michael!" Oigo que mi madre me llama.

Camino fuera de mi habitación. "¿Si?"

"Vamos a ir a la casa de los Robins de nuevo." Ella sonríe y me corazón se detiene por un segundo.

"¡Mamá, no!" Prácticamente le grito.

"¿Por qué no?" Me pregunta poniendo una mano en sus caderas.

"No puedo." Digo mientras paso una mano por mi cabello.

"Pensé que tú y Allie erais amigos." Ella suspira.

"¡No puedo tener amigos! Las personas salen heridas, mamá. ¡Luke ni siquiera era mi amigo y él salió lastimado! No puedo hacerlo." Digo y me siento en el suelo.

"Bien, Allie no ha sido lastimada, ¿no es así? Has sido amigo de ella por casi un mes ya, tal vez ella no salga herida.

"Así no es como funciona. Ellos hacen que parezca que estamos a salvo pero no es así. Nunca es así."

"Michael, odio verte así. Tienes que hablar con la gente, necesitas tener amigos." Mi madre me aprieta los hombros con sus manos y me agita levemente.

"Nunca podré ser normal, así que, ¿por qué intentar?" Le pregunto suavemente.

Su mirada cambia a una más suave. "Lo siento por esto, Michael. De verdad, pero Allie es una chica agradable. Es inteligente y preciosa. No le ha pasado nada todavía así que a lo mejor está a salvo. Pero, por favor, fuimos invitados como también lo fueron otras familias. Una noche no matará a nadie."

Suspiro. "Está bien, sólo esta noche probablemente no le hablaré a nadie pero está bien. Lo hago por ti, mamá."

"Gracias, cariño." Mi mamá sonríe. "Sabes que quiero que las personas estén a salvo tanto como tú pero creo que necesitas socializar."

"Lo entiendo." Asiento.

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Esconderse en el baño por una hora no es muy divertido que digamos. Es aburrido y algo raro, aunque no puedo salir de aquí. No con la gente que está en la sala.

Conozco a dos de las personas de mi edad que están aquí. Feith, la amiga de Allie está aquí, pero ella no me preocupa.

Calum es el que me preocupa. No puedo hablar con él, no puedo mirarlo. Tan sólo no puedo.

hospital of souls | m.c.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora