Our Dangerous Little Secret

Epílogo

"Los hechos no dejan de existir por ser ignorados"

- Aldous Huxley

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¡En edición!

𝐎𝐮𝐫 𝐃𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫𝐨𝐮𝐬 𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭
❤︎ 𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑆𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑃𝑒𝑙𝑖𝑔𝑟𝑜𝑠𝑜 ❤︎

El timbre de aquella casa sonó y una chica con coleta alta abrió la puerta. Ella quedó paralizada al encontrarse con un par de ojos esmeralda brillantes que tan bien conocía. Su cabeza bombardeandola de recuerdos íntimos algo vergonzosos y estos ocasionando un fuerte sonrojo en sus mofletes.

- Ya quítate, juguete. - Dijo él, tan cínico como siempre, mostrando su sonrisa hipócrita y divertida.

Ya ni siquiera le molestaba que le llamara de esa manera, al fin y al cabo, eso fue para él desde el primer momento. Sintió como era empujada hacia un costado y después solo observó como se adentraban en silencio a la casa. Ella solo suspiró, cerrando la puerta

Todos los invitados estaban acomodados en la sala, algunos de pie, otros sentados en los sofá o sillas. El grupo apenas hizo acto de presencia, todos los miraron, algunos sorprendidos por su mera presencia en aquella casa.

Y la tensión se intensificó cuando Soyeon apareció con una sonrisa y esta se sentó relajada al lado de Minho, quien no se movió ni un centímetro.

- Tks. - Jeongin chasqueó la lengua, frunciendo el ceño.

Nadie dijo nada solo decidieron seguir con el suyo. Christopher, que estaba allí, se acercó a Hyunjin, que tenia el rostro contraído en una mueca de enojo e incomodidad.

- Hola Hyunjin. - El mencionado dirigió sus ojos a los del australiano. - ¿cómo estás?

- ¿Te importa? - Respondió para al final alejarse de la vista del contrario y sobre todo, de Minho.

El grupo completo que recién había llegado se mantuvo aislado de los demás, Jungkook junto a Namjoon y Jin se encargaban de cubrir a Hyunjin y distraerlo y Jeongin, estaba a nada de perder la cordura.

- ¿Esos son los padres de Minho? - Señaló Jeongin.

Hyunjin abrió sus ojos sorprendido y miró alrededor buscándolos, y definitivamente, ahí estaban los padres de Minho, charlando animados con los padres de Soyeon. Mordió su labio pensativo y con solo saber que ellos estaban ahí, la incomodidad en su pecho incremento en demasía. Cerró sus ojos y abrazó a Jeongin, viendo como este volteaba a mirarlo, el ojiverde lo sabía y lo dijo. Todo mal, muy mal.

- Maldita sea esta mierda. Joder, que puto asco. - Gruñó. - ¿por qué carajos tienen que estar estos viejos acá?

Yang sonrió ampliamente y beso la mejilla de Hyunjin, muy, pero muy cerca de los labios ajenos. Claro, lo hizo solo porque tenía la mirada plateada de Minho sobre ellos.

- Salgamos a fumar un poco. - Hizo un movimiento con su cabeza, recibiendo una aceptación de parte de Hwang.

Ambos se perdieron de la vista de todos, saliendo de la casa y parándose frente a esta sobre la acera. Hyunjin sacó su cigarrillo eléctrico el cual estaba lleno de esencia de limón con menta. Jeongin en cambio, fumaba un cigarrillo común y corriente.

Ninguno decía nada, solo se dedicaban a fumar y escuchar el sonido insistente de los grillos y los autos al pasar. Todo era incómodo, pero entre ellos ahí, ya se habían bajado los humos. Es difícil seguir en un lugar donde primeramente no eres bienvenido y segundo, donde hay una especie de guerra entre dos personas, donde el odio mutuo crece. Entre calada y calada, Hyunjin iba relajándose más, sus ojos cerrados y su cabeza apoyada del hombro de Jeongin era clara vista de ello.