Acodar ropa en los cajones de mis muebles blancos es todo un suplicio y cada vez se vuelve más trágico.
No está la caja de las medias, lo cual implica que mañana tendré que ir al instituto otra vez con una media gris y otra blanca. Pero es cuestión de saber llevar con estilo las nuevas tendencias.
El boom del verano serán las medias de distinto color.
Luego de ver la terraza mi abuelo pasó unos minutos en su oficina. No me dijo lo que habló con Aaron, pero si vi salir al pelinegro con cada de pocos amigos y clavar su mirada en mí, hasta que volvió a sus labores.
Claro que se veía intimidador, pero aún así le sostuve la mirada.
Por otro lado, la chica de la caja no me habló y la verdad se vio de muy pocos amigos saben a lo que me refiero. En lo único a lo que se parecía a Aaron era en el cabello negro, pero por lo demás, ella era completamente distinta. Y muy hermosa.
Tiene ojos celestes, y eso le sienta bien.
Pero por la forma en la que me veía, creo que no le agradé mucho.
Se llamaba Leia, o al menos eso leí en su gafete.
Por otro lado, Hades no estaba cuando bajé de la terraza, así que solo caminé hacia el auto a esperar a mi abuelo, el cual me trajo a casa.
Él le contó a la abuela lo que había pasado mientras estábamos cenando, y yo solo le quité importancia aunque estoy un poco nerviosa con lo que pueda ocurrir mañana. Después de todo, es un poco complicado adaptarse al instituto a mitad de año y más aún, sin saber lo que mi abuelo le dijo a Aaron luego de que este me haya acusado de ladrona en mi propia tienda.
O bueno, la de mi abuelo.
Son las once de la noche cuando decido ir a tomar una ducha. Lo único feo de esta casa es que el baño del piso de arriba está roto, por lo que tengo que ir al de abajo y me da un poco de miedo andar en la oscuridad.
Lo sé, la semana pasada cumplí dieciocho años, pero aún así camino más rápido cuando paso por una habitación a oscuras. Uno no sabe donde puede haber un monstruo a punto de comerte.
Vi muchas películas de terror como para tenerle desconfianza a esta casa. Lo que menos me gustaría es tener un roomie del más allá o algo tétrico.
Por lo tanto camino con prisa, y subo las escaleras en toalla y como si me llevara el demonio, asegurándome de no ser alcanzada por las sombras.
El problema de estar en la oscuridad es que la cabeza empieza a ver cosas que no son.
Entro en mi habitación y me pongo unas bragas blancas y me recuesto. Hace calor y me gusta dormir solo en bragas, como de costumbre.
Paso un tiempo aburrida, sin saber que hacer, cuando la curiosidad pica en mí y me recuesto boca abajo, mientras que busco el nombre de Aaron en internet.
Pero no me aparece nada, absolutamente nada y eso es extraño, porque al menos de donde vengo todo mundo postea su vida en las redes sociales, sin ningún concepto de la privacidad.
Así que no encontrar a Aaron en las redes sociales me confunde.
Busco a Hades también, con curiosidad pero nada.
—Que raros que son —murmuro por lo bajo.
Entonces, también busco a Leia, la chica de la tienda y entonces encuentro algo.
Leia Draven pone su perfil en Instagram. Tiene el mismo apellido que Aaron, lo que me lleva a pensar en que son hermanos. Noto que en su perfil solo hay fotos de ella, de ella con amigas pero nada más.
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El Juego de Hades
RomanceAaron siempre fue el centro de las miradas y no por los mejores motivos. Entre otras cosas, tiene fama de ser el fuckboy del instituto, un sujeto sarcástico, egoísta, egocéntrico y misterioso. El chico de las miradas imponentes, apuestas ilegales y...