Presa Fácil

Capítulo 13-Parte 1: Epifanía.

⚠Advertencia: Agresión Sexual⚠

Alexia.

Tomo mis caderas con fuerza y una vez más, el dolor llego a mi atrapándome por completo. Cerré mis ojos fuertemente, conteniendo las lágrimas y también las terribles ganas de vomitar que tenía. Me sostuve de las sábanas de mi cama, cuando el dolor volvió a golpearme. Su boca se dirigió a mis pechos expuestos, que estaban tan adoloridos, que ya solo sentía un leve pellizco cuando ponía sus dientes para morderme. Inconscientemente lleve mi vista hacía mis pezones que estaban rojos, con marcas en color morado alrededor.

Bajé la vista y... tuve que volver a subirla, moviendo mi cabeza a un lado para observar las imágenes de cantantes y actores que me traían loca. Incluso habían de algunas de mis series favoritas. Extrañaba ver una serie, morirme de risa hasta más no poder y sobre todo desvelarme viendo un montón de comedias románticas. De la nada, un empujón que me hizo quejarme de dolor... No pienses en eso, vamos, sigue viendo las imágenes de tus series y actores favoritos.

Mi vista volvió a subir y vi a Bill Skarsgård, es tan guapo, aunque tenga cara de asesino serial. Pero es increíblemente guapo, esa sonrisa que si la llegas a ver en medio de la noche, podría hacer que te cagaras del miedo. No era fan de las películas de terror, pero por Bill papasito Skarsgård, podría ver todas las películas terror. Incluso en su papel de It, se veía jodidamente bueno, claro que sin el disfraz de payaso. Odio los payasos, pero si es Bill, que me lleve y no me regrese.

Empujón... quiero que esto acabe ya. Dolor, corrieron por mi cuerpo las náuseas, mordida, no sentí nada, el dolor adormecía todo en esa zona. Un último golpe de dolor y él se detiene. Max se aleja y deja caer mis piernas. Las cierro de inmediato, sin importarme nada más me cubro con el pijama que había arrancado de mi cuerpo hace solo unos minutos.

—Que asco—exclama.

Se porque lo dice, mi periodo llego hace algunos días. Pero eso no fue impedimento, por esta vez, para que él no me tocara. Normalmente cuando tenía mi periodo, él no me tocaba por que le daba asco, pero hoy despertó más agresivo de lo normal. Sabía que tenía mi periodo, pero su hambre era más que el asco. Esta vez fue mucho peor, ya que solo me arranco el pijama y me arrojo de espaldas a la cama, lo que ocasiono que lo tuviera frente a mí, gimiendo y jadeando. Era asqueroso, pero prefería cuando me dejaba sobre mi estómago, ya que así no le veía la cara y no tomaba mis pechos.

—¿Cuándo terminas con esa asquerosidad? —murmura y se acomoda los pantalones.

—En dos días—respondo, tratando de que mínimo los días que siguen, no me toque.

—Se supone que hoy era el último.

—Soy irregular. No siempre son pocos días.

—Que puto asco. Mi pene está lleno de tu sangre.

No respondí nada y me quedé sentada sobre mi cama, cubriéndome con el pijama. Sentía algo caliente bajar por mis piernas, justo ahora ya no sabía que era. El termino de acomodar su ropa, mirándome con asco una vez más. A pesar de que mis ojos estaban viendo la esquina de mi habitación sabía que él me estaba haciendo muecas.

—Nos vamos en media hora, date prisa. No te esperaré.

Asentí, él se acercó y como siempre, beso mi frente. Salió de mi habitación, me levante rápidamente para ir al baño y limpiar todo. Abrí la llave de la ducha y entre en ella. Minutos después salí, me coloque un tampón, mi ropa interior y una camiseta larga para limpiar mi cama, porque si mi madre llegaba a ver todo lo que estaba ahí, seguramente me diría que soy asquerosa.

Limpié todo perfectamente y me vestí para irme a la universidad. Por suerte, esta vez no me dolían tanto las piernas. Me tomé una pastilla anticonceptiva y salí de mi habitación para ver a mi madre dándole un beso en la mejilla a Max, que ya llevaba las llaves de su auto, listo para salir. Cuando mi madre me vio llegando a la sala, me dio una sonrisa a medias, quizá estaba molesta con mi padre. Cuando se enfadaba con mi padre actuaba así, diferente.