Capítulo 20: Sabes lo que haces.

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Vaden.

—¡Hey! Estoy aquí en contra de mi voluntad, eso se considera secuestro.

—Si, cállate y sigue.

—¡Me lastimas!

—Jooooooder. ¿Por qué gritas tanto?

—¡Carajo! Suéltame, Noah.

—Claro, señorita—se burla.

Observo a Jaeden que únicamente tiene una risa burlona en su rostro, que raro. Él se encoje de hombros al ver a mi padre con Arya a su lado, tomándola por el brazo, mientras ella únicamente hace muecas.

—¿Ella era la gritona que se escuchaba desde la entrada? —pregunta mi hermano, señalándola y logrando que ella le sonría falsamente.

—¿Qué quieren? —pregunta, zafándose de mi padre.

Mi padre la ignora, cerrando la puerta y pasando por su lado. Lo que provoca que ella se cruce de brazos, enfadada. Me encojo de hombros cuando me mira fijamente. Me levanto del suelo, para limpiar la sangre de mis manos, Jaeden vuelve a comer el cereal que había dejado sobre la mesa hace apenas unos segundos, para ver a mi padre esperando una respuesta.

—¿Y? —exige.

—¿Y? —repite mi padre, fastidiado. El odia que le respondamos de mala manera.

—¿Qué hace ella aquí? —señala de manera amable. Jey es todo, menos amable.

—¿Dijo algo? —señala al hombre medio muerto sobre el suelo, ambos negamos—. ¿Lo conoces? —le pregunta a Arya. Ella se encoje de hombros—. Bien, nadie hace nada.

Se pasa frente al sujeto, quedándose con los brazos cruzados y mostrando una cara de enfado a Jaeden por no dejar de masticar el cereal, mientras a él le da lo mismo y continúa comiendo. Arya suspira enfadada, esperando que alguien se distraiga para irse, seguramente.

—La razón por la que estas aquí—le dice mi padre—. Es por que este hombre es el que da mantenimiento en el edificio donde vive Owen, por lo cual, es quien les tomo las fotos—ella estaba por protestar, pero mi padre continúa hablando—. Así que preguntaré una vez más. ¿Lo conoces?

Jaeden se encoge de hombros apenas lo veo. Arya se muerde los labios nerviosa, pero nuevamente niega.

—Bien—suspira el—. Jaeden llévatelo de aquí.

El asiente, dejando su cereal a un lado, le quito las cadenas de los pies para que pueda levantarlo. Camino un momento hacia mi padre que estaba por salir, sin decir nada. Pero antes de que pueda formular la pregunta sobre asesinarlo. Jaeden suelta un quejido, algo se escucha cayendo. Me giro a mirarlo y apenas lo hago, veo a Jaeden con la cabeza baja, tocando su mejilla que se empapa de sangre, cayendo por su mano. Mi padre se acerca a él, dándole la vuelta y observando un corte que abarca desde el pómulo al mentón.

Enfadado, mira al hombre sonriente en el suelo, con una pequeña navaja sobre sus pies. Sin pensarlo saca su arma disparándole sobre la frente y asesinándolo con una bala sobre la frente.

—¡No! —exclama Arya. Dejándonos confundidos, pero no nos dice nada más cuando se va a toda prisa. Apunto de ir por ella, mi padre me detiene, negando con la cabeza. Por lo que, sin más, salen Jaeden y el, para limpiar su herida.

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Murielle.

Era una advertencia.

Él sabía lo que había pasado entre Vaden y yo. Sabía lo del bosque. También sabía las intenciones que tenía con él.

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