CAPÍTULO 9: La fiesta.

198 70 0
                                    

¿Por qué me decidí por Bice y no Susana, o Daniela? Yo desde luego no me dejaba llevar por las emociones, pero con ella es diferente y aunque le aclaré que controlara sus impulsos me encantaría verla en acción creando comedia y disgustos a su paso.

Volteé a mirarla luego de cruzar el gran portón, tenía una sonrisa agradable pero sé que le molestó lo último que le dije. La mayoría de gente presente me conocen o conocieron a mi padre: uno de los más grandes accionistas del Reino Unido. El apellido Hale tiene un respeto inigualable y yo no soy quién para dañarlo y en estas ocasiones dejar que una mujer lo haga.

La fiesta era una celebración por el gran curso que generó la bolsa de valores después de la pandemia. Muchos eran accionistas, economistas y gente que trabaja en el ámbito. Veníamos a compartir ideas sobre qué cifras o empresas aumentarían su valor en el siguiente año. Esta reunión la celebramos anualmente con bailes, charlas y un buen bufé, cabe resaltar que nuestros invitados de honor es gente de la realeza, incluso algunos sectarios que poseen una considerable influencia en el Reino Unido.

Nuestros lugares estaban apartados en la zona vip de la primera conferencia que se iba a realizar; los asientos eran bastante cómodos, negros y algo acolchonados, permitían relajarse con serenidad, el ambiente se adornaba con una banda de jazz que jugaba con sus instrumentos haciéndolos crear un aura digna de la celebración de la coronación de una princesa.

Luego de ubicarnos permanecí en silencio.

- ¿Por qué haces esto? –inquirió acomodando su vestido y sacudiendo su escote ligeramente seguido de sentarse.

- Creo que es una buena oportunidad para empezar a conocernos.

- Al menos, porque no sé ni tu edad.

- Veintinueve. –contesté.

- Yo tengo veintiséis. –no se lo pregunté, me da igual su edad.

- El filo de tu vestido me produce ganas de ver lo que se oculta bajo él. –ella inmediatamente apretó sus piernas y acomodó su cabello detrás de la oreja. Era una buena manera de conocer sus reacciones. Hoy no pretendía jugar con ella.

- Creo que no es muy apropiado tu comentario, Harry. –expresó luego de pasar saliva.

- Lo sé, ¿y?

- Pues...

- Tampoco es apropiado cogerse a un extraño en el baño de un bar. –interrumpí.

- ¿Te cogiste a una desconocida en el baño de un bar? –qué maldita– que desagradable.

- Después de que acabe todo, te irás conmigo. No pretendas llegar a casa hoy.

- La verdad es que no me gusta dormir con extraños. Mi mamá siempre me lo prohibió. –entonces sí quería jugar sucio.

- Tendré que conocerte antes de que esto termine.

El tiempo siguió su transcurso y cruzábamos una que otra frase, pero nada comprometedor, nada que me hiciera poseerla. La conferencia terminó y se abrió la sala del banquete.

- ¿Deseas comer algo? –le ofrecí con cortesía.

- Cené en casa. Algo de tomar estaría bien. –asintió con su cabeza y con una sonrisa.

Nos dirigimos a la sala del banquete a través de un pasillo dorado con una cerámica reluciente que creaba un reflejo abrumador de cualquier que lo pisara.

Debo aclarar que aunque no dialogamos mucho, sentía esa conexión con ella, nunca soltó mi brazo.

La comida era servida al bufé y para las bebidas, unas camareras paseaban por todo el recinto ofreciéndolas.

Adicción [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora