Adicción [+18]

CAPÍTULO 19: Cinismo.

Tampoco era para preocuparme mucho, tenía el suficiente dinero trabajando en la bolsa de valores, quizá no como lo hacía mi padre, pero de igual manera eran inversiones pequeñas que hacían que no se perdiera parte de la fortuna. Con la muerte de Marco todo iba a cambiar realmente, mi ambición oculta por Marquesina ya no podía ser revelada, era mejor cambiar de perspectiva, quizá mudarme a otra ciudad, otro país, rehacerme, estudiar y hacer que la gente comenzara a tomarme en serio, un Harry nuevo, no el maldito drogadicto que se desvivía por cogerse a cualquier mujer que le gustaba. Era hora de un cambio.

Estuve encerrado todo el día en el apartamento. Era un maldito interesado, realmente Marco no me importaba en lo absoluto, solo necesitaba su influencia. Maldita sea.

Casi a medianoche un mensaje llegó a mi laptop; eran los videos de las cámaras de los tres días anteriores, Bice los había enviado desde un correo anónimo. Supondré que para no revelar que fue ella quien me los envió.

Una hora después.

- Buenas noches, Harry. –Amelia respondió mi llamada.

- ¿Te dieron los resultados de la autopsia?

- Envenenamiento por cianuro, los médicos dijeron que fue algo planeado, el químico que usaron es de acción retardada, por lo que pudo haberlo consumido en horas del día y hasta la noche tener efecto. Abrí la investigación para que a primera hora de mañana empiecen a interrogar sospechosos.

- ¿Lo hiciste tú? –pregunté sin más.

- En nuestro plan nunca estaba matarlo Harry, además no podría hacerlo yo misma.

- Así no deberían terminar las cosas. –expuse calmado– Tú lo convencías de darme todo el mando a mí y yo te hacía millonaria para que pudieras escapar con ese amante italiano que tienes.

- Lo sé. –un silencio incómodo la invadió.

- Marco tenía muchos enemigos, yo averiguaré quién lo hizo, pero creo que nuestro plan se derrumbó.

- Igual me iré para Italia, ya no tengo nada que me haga quedar aquí. Venderé la casa y te daré la mitad de las acciones que le pertenecían tal cual como lo habíamos acordado.

- Agradezco que cumplas tu palabra. –colgué.

Amelia era una amante de mi papá antes de ser la esposa de Marco, incluso, ya estando casado con él seguían teniendo sexo a escondidas, era un mujeronon, tal vez unos cuarenta y cinco, peli castaña, delgada con un estilo alemán de exquisites, completamente natural, nunca se realizó ninguna cirugía. En venganza a mi querido padre, tuve que amenazarla cuando los descubrí; tenía que robarle dinero a mi padre y dármelo a mí, para yo usarlo en drogas y putas, obviamente estaba muy joven cuando eso, así que con el pasar del tiempo, cuando Edward murió le ofrecí un mejor trato; ella nunca amó a Marco y siempre estuvo con él por el poder influente y dinero que tenía, el encantaba tener amantes extranjeros y soñaba con ser la esposa de uno de ellos algún día, por lo que llevaríamos a Marco a la ruina. Por mi parte, yo me posesionaría con sus inversiones y cargos, y ella se llevaría la mitad, mientras que Amelia se quedaría con todas las acciones que Marco tenía en diferentes empresas y me otorgaría el cincuenta por ciento de estas, posterior a eso, ella se iría de su lado y lo desecharíamos como un animal muerto, pero alguien se nos adelantó.