🦇❣~ ᴀᴍᴏʀ ᴇᴛᴇʀɴᴏ ~🦇❣

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<<Año 1816, Dinastía Sujon, Era Joseon>>

El monarca SuJon reinaba el país, tenía hijos, pero sólo uno de ellos había ganado su amor incondicional; su adorado príncipe, a quien apodaban el príncipe Woon.

El rey tenía un miedo, algo que lo atormentaba profundamente. En el reino se había esparcido el rumor, o más bien una leyenda: un ser sediento de sangre, maldito por los dioses, preso de las sombras y la oscuridad, salvaje y hambriento. Un monstruo que fue humano. Un asesino que disfrutaba de la sangre humana.

Era un vampiro.

El reino se veía envuelto en un gran escándalo, asustados, perdidos, ya casi nadie se atrevía a salir, menos en las noches que se volvían cada vez más salvajes, más sangrientas. Las mujeres del reino encontraban a sus maridos e hijos mayores con el cuello degollado afueras del bosque, eran escenas horribles, espantosas, el monstruo acechaba a todo el reino.

El rey tenía un único propósito; Proteger a su descendencia, en especial a Woon.

Pero Woon apenas era un adolescente entre sus 5 hermanos.

No tenía ganas de permanecer encerrado día y noche, perdiéndose de su propio reino, estando en su habitación por eternas horas.

Él no quería vivir así.

Sin más.

Escapó.

"Volveré antes del amanecer" Se decía a sí mismo, conocía el palacio como la palma de su mano, logró burlar la seguridad de su propio padre y guardia real, y salió sin problema alguno, feliz y emocionado, a pesar de que era de noche, una fría noche.

Woon no tenía miedo, Woon estaba emocionado y decidido.

Si nadie es capaz de atrapar al monstruo, él lo haría, sin problemas, estaba obvio; sólo la sangre real podría contra una simple bestia.

Iba preparado, había oído que con estacas de madera, el monstruo podría morir al ser atacado directamente al corazón, aún así llevaba consigo su espada.

Caminó en dirección al bosque, completamente firme, valiente y arriesgado. Sería él el gran héroe de su reino.

Al llegar notó la oscuridad entre los árboles, y la fría brisa chocó contra su pelo, llevaba el pelo atado, sus cabellos se mecían entre el viento, tenía los labios abultados y los ojos levemente rasgados. Era una belleza, el príncipe era un muchacho hermoso, que hacía voltear incluso la mirada de hombres hacía él, no podían evitarlo, era precioso.

Vestía de telas rojas con negro, y unas botas oscuras que hacían sonar las ramas que pisaba al avanzar, miró el cielo notando como las nubes se esparcían entre ellas, dejando al descubierto la hermosa luz de la luna, era una luna enorme y hermosa, se volteó para mirar a su reino, todos ocultos, sin ni una luz encendida, encerrados con miedo.

Lo lastimaba, se perdían una noche preciosa, se perdían su propia vida.

- ¿La luna es hermosa, verdad? - Una grave voz lo hizo sobresaltarse y voltearse rápidamente hacia donde provenía.

- ¿Quién eres tú? - Preguntó alzando la voz, buscaba con su mirada, sin encontrar a quien pertenecía esa voz.

- Disculpa.... ¿Te asusté? - Preguntó la voz que provenía de la oscuridad detrás de los árboles donde la luz no daba.

No podía ver de quién se trataba.

- ¿Quién eres? - Volvió a preguntar.

- No soy nadie.... - Escuchó el sonido de la corteza romperse - Pero, este bosque es mi único hogar, ya que tu gente trata siempre de asesinarme...

Welcome To HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora