mi amor de fuego y hielo -todoroki x tu

en la habitación de Shoto

Narra ______

Cuando me desperté, aparecí en una habitacion identica a la mía solo que algo cambiaba.

Estaba tumbada en la cama. Miré a mi alrededor y a mi lado estaba Todoroki sujetando una de mis manos. Cuando vío que desperté, besó mi frente y acarició mis mejillas.

– por fin despiertas, bella durmiente.– dijo en un tono sin alzar mucho la voz.– ¿ aún sigues teniendo ganas de ver la película ?

– sí, ¿te apetece a tí?– pregunté.

– ¿cúal vemos entonces?– preguntó.

– ¿te apetecería ver: Harry Potter y el prisionero de Azkaban ?– pregunté timida.

– mientras a tí te guste.– asentí nada más que él acabara de pronunciar la frase.– entonces vamos a verla.

Narra Todoroki

Ibamos ya por lo que creo que era la mitad de la película.

Ella estaba muy concentrada en ella.

De vez en cuando dirigía su mirada hacia mí y cuando descubría que yo tambien la estaba mirando dirigía su vista rapidamente hacia la pelicula y se volvía roja como un tomate. Se veía muy tierna. Como una niña pequeña.

La pelicula acabó y no teníamos sueño. ¿o ella sí?

No sé.

Se levantó de la cama y empezó a caminar hacia el baño. A los pocos segundos salío. Yo me senté en el borde de la cama y esperé a que ella hiciera algo. Se empezó a acercar lentamente. Esuvo a mi lado cuando se sentó en mis rodillas mirandome a los ojos. Sus brazos me rodearon el cuello.

Se estaba empezando a acercar a mis labios. Yo me estaba acercando a los suyos. Cuando unimos nuestros labios se sentía bien.

Muy bien.

Mis brazos la tenían agarrada por la cintura.

La habitación estaba en silencio. Realmente parecía que el mundo se había callado solo por nosotros, por que no se escuchaba nada.

La velocidad del beso iba aumentando. No iba muy deprisa, pero se seguía sintiendo bien. Sus brazos me soltaron el cuello. Estaba desabrochando los botones de mi camisa. Ella acabó y le empecé a desabrochar los suyos. Le empecé a quitar la blusa. Por un segundo ella se separó de mí. No sabia que iba a hacer. Se quitó la blusa. Metió la mano en su mochila y sacó algo no me dió tiempo a ver que era.

– quitaté la camisa.– ordenó. Por su puesto yo accedí.

Me quité la camisa.

Ella se estaba acercando a mí con una sonrisa demasiado traviesa en su cara. Me replanteé lo que había pensado al principio de ella, me replanteé que ella fuera una niña inocente.

Estuvo lo bastante cerca cuando me enseñó lo que había cogido. Eran unas esposas. Puse mis brazos en una posicion que imitaba que me estuviera arrestando. Me estaba intentando poner las esposas cuando la sorprendí.

Fui muy rápido yle puse las esposas a ella. Me puse de pie, le cambié el puesto. Ella se sentó en la cama. Agarré sus brazos y los empujé hacia atrás haciendo que ella también cayera en la cama. Me tumbé encima de ella. La empecé a besar ella habia subido los brazos hasta rodear mi cuello. Enterró sus dedos en mi pelo. Le empecé a destrenzar el pelo. Las esposas le daban un toque especial al beso. Algo picante.