el ultimo castigo.

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Narra ______

Estaba en la habitacion de mi novio.

Me estaba besando despacio.

Había empezado a andar hasta la cama y cuando estuvo cerca se sentó en el borde. Me empezó a tocar la cintura hasta llegar a mis nalgas. Mis dedos estaban enterrados en su pelo.

El beso empezaba a atraparnos a ambos.

Era pasional y atrevido. Dios se sentía genial. Él se volvió a levantar y me dejó en la cama.

Me volvió a besar.

Metió la mano en uno de mis bolsillos y de este sacó mi telefono y las esposas. El telefono lo dejó en la mesa y las esposas las dejó en la cama. Me empujó hacia atrás y me empezó a quitar la camiseta tocando mis pechos.

Me quitó la camiseta y el sujetador.

Empezó a besar todo mi cuerpo y a dejar marcas en el. Empezó a tocarme hasta que se topó con mi parte con ropa. No se aguantó y me la empezó a quitar.

Empezó a bajar los pantalones y cuando ya estuvieron en el suelo me bajó la ropa interior.

Me volvió a besar.

Se dió cuenta de que él seguía con ropa. Y se la empezó a quitar encima de mí. Cuando se quedó solo en ropa interior apoyó sus brazos en la cama y me susurró al oído.

- amor.- hizo una pausa.- disfruta esto. Será la ultima vez que lo sentirás en un tiempo.- me susurró y empezó a besar mi cuello.

Se levantó y rapidamente volvía a estar encima de mí. Me besó. Agarró mis brazos y los empujó hacia atrás. Se separó un poco y sentí su parte. Dentro.

Empecé a gemir.

Él se acercó a mi boca y unió nuestros labios. Me agarró la cabeza y enredó sus dedos en mi pelo. Tiró de mi pelo haciendo que separaramos nuestros labios. Un gemído salió de mi boca cuando él hizo eso.

- amor.- me dijo en un suspiro.- recuerda esta sensacion. Ahora te toca a tí. Castigame tú.- me dijo en un susurro.

- quitame esto.- le contesté entre gemidos. No le tuve que decir nada más. Él sacó su parte y me liberó del ataque de mis muñecas.

Me cambió el puesto y le puse las esposas. Le empecé a tocar todo el cuerpo. Me puse encima de él y brinqué sin poner mucha fuerza. Él se reía cada vez que lo hacía. Me encantaba su risa.

Era suave, calmada y desprendía amor. Ese era el problema. Le quería tanto que no creo que sea capaz de despedirme de él durante tres años. Pero tenía que disfrutar nuestra ultima vez.

Me acerqué a sus labios y los uní con los míos. Él bajó sus brazos hasta enterrarlos con mi pelo. Yo hice lo mimo con él. Separé nuestros labios y le empecé a besar el cuello, a él parece que le gustaba esa sensacion. Y como la que tenía el control era yo paré. Él me miró enfadado y yo me acerqué a su oido.

- te estoy castigando. Recuerda que ahora yo tengo el control.- le dije en un susurro jugueton.

Él me volvió a besar. Metí mi lengua en su boca y profundizamos el beso.
Estuvimos unos minutos más así hasta que él separó sus labios de los míos.

- cariño, ¿paramos?- me preguntó suspirando.

- si, vale.- le dije.

Me levanté y él se sentó en el borde de la cama. Yo me senté en su regazo y le quité las esposas. Antes de levantarme ví que en las manos tenía heridas.

- cariño, ¿qué es esto?- le dije sosteniendo una de sus manos.

- nada.- dijo y apartó su mano rapidamente.

- dejame verlo por favor.- le supliqué empezando apreocuparme. Vió que me estaba preocupando y me dejó ver sus manos. Eran arañazos no muy profundos.

- ¿te duele?- le pregunté rozando con mis dedos uno de los arañazos.

- sí, si me duelen.- admitió cabizbajo.

- ya se como curarte.- junté ambas manos y las besé. Las mantuve unos minutos entre las mías intentando calentarselas.- ¿mejor?- le pregunté. Al ver que no me contestaba le agarré la barbilla sin ejercer mucha fuerza.- ¿estás bien, pasa algo?- le dije. Él me miró a los ojos y ví que iba a empezar a llorar.

- sí. Si me pasa. Esque esta es la última noche que voy a pasar contigo.- dijo y una lagrima calló sobre sus mejillas.

Se me encogió el corazón. Si antes no tenía ganas de irme ahora menos. Pasé mi pulgar sobre su mejilla y retiré la lágrima.

– tu mismo has dicho que no pasa nada. Que es por mi futuro.– le dije recordandole.– vamos a dormir. ¿vale? Que ya es tarde y hay que madrugar.– le dije. Él asintió y le dejé levantarse.

Me metí en la cama. Las sábanas estaban frías lo que me hizo dar un escalofrío. Él se metió en la cama y me abrazó. Al sentir la calidez de su cuerpo me acurruqué a su lado y él me abrazó.

No tardé mucho en conciliar el sueño.

mi amor de fuego y hielo -todoroki x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora