mi amor de fuego y hielo -todoroki x tu

el reencuentro como familia

Narra Todoroki

Había llegado al hospital, lo más rapido que pude al ver que _____ no estaba en casa.

No me encontré con _____, sino con su madre. Me lo contó todo. Estaba asombrado, triste y feliz.

Fuimos a la habitacion en la que _____ estaba y esperamos. Una enfermera la trajo en una camilla. Y ví a mi pequeña hija. Ella la sostenía en brazos.

Le miré, _____ asintió y la cogí. Marley tenía los ojos abiertos. Al tenerla en mis brazos me dí cuenta de que teníamos los mismos ojos. Uno azúl y otro marrón. Creo que vió que estaba sonriendo y Marley rió. El corazón se me llenó de ternura.

Se la devolví a mi mujer y ella me miró con la sonrisa más encantadora que nunca me habría imaginado.

Las amaba demasiado.

La admiramos un tiempo y, cuando Marley se quedó dormida nosotros empezamos a hablar.

– bueno osea que ya soy papá.– le confesé con una sonrisa. Ella me la devolvió.

– y yo mamá.– me dijo mirandome.

Me acerqué a ella y le besé. Por la cabeza se me pasó la imagen que tuve nada más verla entrar con Marley.

– me encante verte así.– le confesé.

– ¿verme como?– me preguntó en tono extrañado.

– así. Con el moño deshecho casi al completo, empapada por el sudor, respirando más deprisa de lo habitual, con cara de cansancio, pero una sonrisa de más de encantadora.– hice una pausa en cada una de las enumeraciones.

Ella me sonrió y yo copié su acción. Me dí cuenta de que mi corazón lo ocupaban Marley y _____. Me acerqué a ella y la besé.

Unimos nuestros labios en un beso corto y cálido. Ella se separó y cogió aire para hablar.

– ¿ que te ha pasado en el trabajo ?– me preguntó.

– una urgencia. Dejé el movil en casa. Por eso no cogía el telefono.

– ¿cómo sabes que no cogías el telefono?

– por que al llegar a casa y ver que no estabas cogí el movil y ví las 15 llamadas perdidas.

– wow. ¿de verdad han sido 15?– me preguntó asombrada.

– si. ¿cuánto has tardado en parir?– le pregunté sentandome a su lado en la cama.

– no lo sé. Puede que hallan sido 10 minutos. Pero a mí se me ha hecho una eternidad.– me confesó.

– no será para tanto mujer.

– si es para tanto, sí.– me dijo y luego se tumbó en la cama y se giró a ver a Marley, quién dormía en la cuna de al lado de la cama.

– siento no haber estado a tu lado.– le dije en tono triste.

– no te sientas culpable. No pasa nada.– me dijo para tranquilizarme.

Pasamos el resto del día en el hospital. Marley a veces lloraba pero se calmaba cuando uno de los dos la cogía en brazos.

Era por la noche, altas horas de la madrugada. Escuchaba un llanto. Me desperté y ví que era Marley. Me dirigí deprisa a la pequeña cuna, pasé mis manos por detrás de Marley y la aupé.

Poco a poco se iba calmando. A los segundos dejó de llorar. Empezó a parpadear lentamente, y cerró los ojos por completo. Era la primera vez que presenciaba como mi hija se quedaba dormida en mis brazos. Me llené aún más de amor y la dejé de vuelta en la cuna.