después de las pruebas

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Narra _____

Empecé a abrir los ojos.

Estaba en casa. Tumbada en el sofá.

Todoroki estaba tumbado en el sofá también. Me estaba abrazando. Tenía una mano puesta en la tripita que tenía. Me proporcionaba calor. Y tranquilidad. Me giré hacia él y me miró.

– por fin despiertas bella durmiente.– dijo besando mi frente.

– ¿cuánto tiempo ha pasado?– pregunté.

– han pasado seis horas. Es hora de cenar.– me contestó.

– yo no tengo hambre.– le dije.

– la verdad, yo tampoco.– me dijo.

– me voy arriba a la habitación.– dije cansada.

Me puse de pie y todo me empezó a dar vueltas. Noté como empezaba a perder el equilibrio. Él me vió y me agarró para evitar que me cayera al suelo y pasase algo malo. Puse una mano en mi frente y lo ví todo negro.

Narra Todoroki

_____ se acababa de desmayar. En mis brazos.

La cogí y la subí arriba a nuestra habitacion. La tumbé en la cama.

Me tumbé a su lado y la abracé.

No podía decirle lo que ponía en el informe que me había dado el medico. No podía decirle que era un embarazo de riesgo. No podía decirle que tenía mas probabilidades de perder el bebé que de ser madre. No podía hacerle eso. Tenía que ser fuerte y callarmelo. No le podía dar ningun disgusto ni nada.

A los quince minutos ella se despertó.

– ¿qué ha pasado?– preguntó sentandose en el borde de la cama.

Yo copié su accion y respondí

– te has desmayado. Tranquila. Te cogí antes de que te cayeras al suelo.

Hubo unos minutos de silencio entre nosotros pero ella los rompió.

– ¿qué me dijeron al final sobre el embarazo?– me preguntó mirandome.

Me callé un tiempo para pensar mi repuesta. No podía decirle la verdad. Eso la devastaría. No pensé en nada y le dije lo que le tenía que decir. Le dije la verdad.

– es un embarazo de riesgo.– le dije. Le cogí una mano y seguí.– tienes  probabilidades de perder el bebé. No puedes recibir malas noticias.– le dije.

Ví como sus ojos se cristalizaban y como una lagrima caía por sus mejillas. Pasé un dedo por la lágrima retirandola de su cara.

– osea que puede que no sea madre.– dijo casi llorando.

–si, pero, oye, vamos a afrontar esto juntos. Vas a ser madre. Y yo voy a ser padre. ¿Sabes por qué? Porque te voy a ciudar de la mejor manera que existe. ¿vale?

Ella asintió.

Se tumbó en mi regazo y noté como cerraba los ojos. Le acaricié el pelo y toqué su tripita. Hice lo que siempre hago. Le proporcioné calor. Noté como se acurrucaba y volvía a abrir los ojos.

– en verdad sí tengo hambre.– me dijo.

– ¿y qué quieres comer?– le pregunté temiendo que quisiera alguna cosa rara.

– helado. De pistacho.

Yo reí y juntos bajamos a la nevera a por el helado.

Quedaba una tarrina. Ella se la cogió. Se sentó en el sofá y encendió la televisión. Puso una película y empezó a comer. Yo me senté a su lado y vimos la película.

Cuando la pelicula acabó ella ya estaba dormida. La cargué en mis brazos y la subí a la habitacion. La metí en la cama y la tapé con la manta.

Yo me metí a su lado, me tapé con la manta, besé su tripita y la abracé. No podía dejarla sin darle calor.

mi amor de fuego y hielo -todoroki x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora