Omegacember ~ BakuTodo

Día 5: Autocontrol

Su respiración es cada vez más errática, su nariz está sumergida en el cuello de su pareja, las hebras suaves rubias se enredan entre sus delgados dedos.

Un par de manos grandes y fuertes sostienen su cintura, presionando con fuerza aquellos dedos gruesos que saben que dejara marcas en su blanquecina piel, los dedos de su pie se en curban ante la sensación que recorre su cuerpo.

El frío de la pared recorre su espalda que está pegada a ella. Las gotas de sudor caen de su rostro recorriendo sensualmente su silueta.

Sus labios se abren entre sí, rozados e hinchados luego de compartir besos apasionados, amorosos y duraderos con su amante.

Su estabilidad es gracia al rubio que lo tiene acorralado. Los caninos del contrario rozan su glándula, provocando que de su garganta salga un sonoro gemido.

Sus uñas rascan el cuero cabelludo del alfa, quién se encuentra dando pequeños y roncos gruñidos en su cuello, resistiendo el enorme instinto de querer unirse en esos instantes.

—Kats...

—No digas nada, lo sé cariño —suspira en su cuello, sumergiendo su nariz en su glándula olfativa ejerciendo fuerza para sacar más de ese olor cítrico que le encanta.

—Hazlo, ambos queremos hacerlo —sus palabras salen demasiado suaves e hipnotizantes. —Ah-aah~

—Mhg sabes que debemos esperar un poco más —una de sus manos baja sigilosamente a su trasero palmeando su nalga.

—Manda al carajo mi padre.

—Cariño, bien sabes que el viejo estupido de tu padre no es el problema.

—No sabía ¿Qué impide enlazarnos?

—Conlleva más que una mordida —introdujo el alfa con cuidado su erección.

—Ah —de su boca escapó un sonoro gemido salivando en el hombro del tés bronceada. —¿Entonces qué?

—Mhm, quiero que ambos terminemos nuestra carrera.

—Podemos seguir aún con ello.

Las lentas y suaves embastidas del alfa comenzaron, haciéndolo sentir lleno y delirante a cierto punto.

—Quiero que estés seguro de ello —gruñe contra su cuello.

Ambas palmas del rubio sostienen su trasero, ayudando a embastirlo y llegar más profundo dentro de él.

—Tu eres el Alfa perfecto para mí.

—Hay mejores para ti cariño.

—Yo solo te quiero a ti Bakugou Katsuki —murmura sumergido en el placer que le brindaba el miembro del otro, aún con ello llevo una de sus manos a su propio pene.

—Ah, eres perfecto Todoroki Shouto —besa los hombros ajenos dejando un rastro amoroso.

—Marcamé.

—No puedo aún, somos jóvenes —el alfa amaba con locura al Omega, pero no quería tomar decisiones apresuradas.

—Mi Omega te anhela.

—¿Pero que es lo que desea tu ser razonal?

—Quiero que nos casemos.

—Es seguro que suceda luego de graduarnos.

—Si fuera el caso ¿Nos enlazamos la noche de nuestra boda?

—Claro que si fresita —los movimientos de su pelvis empezaron a tornarse con más fuerza y exactitud al punto que hacía delirar al menor.

—Mhm, no creo resistir más.

—Yo quiero esto sea especial —gruñia en el cuello ajeno.

Sintiéndose tentado el alfa de hundir sus dientes y marcar a su Omega. El cual han estado saliendo dos años, aunque su instinto a gritos le pedía con desesperación que de una vez marcará a su Omega, ambos sabían que era el indicado.
Pero su lado razonal prefería esperar un poco más, un poco más para reclamar, no reclamar sino unirse con el que es el amor de su jodida vida.

Los gemidos y gruñidos en la habitación eran encerrados, los olores se mezclaban en un hermoso aroma conjunto.

Sus dientes pican y amenazan con salir, en base a ello prefiero morder el hombro ajeno. Desea esperar y para ello está teniendo el suficiente autocontrol para ello.

El ama a su Omega, pero prefiere esperar y que todo eso sea una noche especial y no una de sexo en la casa de su suegro.

Sinceramente lo siento por tardar, surgieron unos problemas y no pude actualizar.

Así que les estaré actualizando hasta el día 10 si es posible.

Esto no se si quedo bien, pero espero que les guste y disculpen mis errores ortográficos.

Hasta pronto

Judith Danet.