Omegacember ~ BakuTodo

Día 9: Mordida

Entrelazados entre las sábanas. El aroma de ambos esparcidos en la habitación, la felicidad los invadía profundamente.

La noche anterior había sido su noche de bodas, ahí se encuentran en su nuevo hogar donde decidieron empezar su nueva vida.

En el pasado ya habían vivido juntos, pero la diferencia que ahora están casados y están dispuestos de dar el siguiente paso.

—Katsuki —murmura el Omega, haciendo que el rubio le preste mucha mas atención.

—No te preocupes por ello, esa mordida quedará en el pasado —besa el hombro ajeno, sabiendo de que quiere volver hablar su esposo.

—¿Y si no se va?

—Lo internamos las veces que sean necesarias —suspiro dejando que una de sus manos recorra el costado del cabellos bicolor. —Aparte, el médico dijo que ya pasó el tiempo suficiente y los medicamentos debieron de causar el efecto.

—¿Aun así no te arrepientes?

—¿De que debería arrepentirme Shou?

—De casarte conmigo, un Omega ya marcado —murmura, queriéndose enterrar en su almohada.

—No fue algo que decidiste, ese infeliz te obligo —dejo otro beso en aquel hombro pálido. —Aunque si las circunstancias hubieran sido otras y lo hayas decidido, no debería de impedir rehacer tu vida.

—Katsuki...

—¿Quieres que lo dejemos para otro día?

—No, solo —suspiro. —Solo quiero que no te arrepientas.

—Nunca lo haría Shouto, nunca.

—Te amo Katsuki —el otro cuerpo se giro para estar frente a él. —Quiero que solamente tu seas mi alfa, solo tú y nadie más.

—Yo me comprometo para cuidarte eternamente mi Omega —beso aquellos rosados y suaves labios que tanto amaba.

Aunque Shouto era un Omega ya marcado por una relación tóxica de su pasado, eso no era un impedimento para amarlo. Sin importar que no pudiera marcarlo, lo amaría aún así.

Por qué Shouto había decido que el sería su Alfa.

Sumergidos en la armonía que habían formado en esa mañana, con los rayos solares entrando de su ventana iluminando la habitación que se encontraba con sus ropas regada en el suelo y mostrando sus cuerpos desnudos entrelazados.

Su nariz olfateo en su glándula olfativa, viendo que el olor del otro Alfa ya se había desvanecido casi por completo y que el podía marcar a su esposo por decisión propia de este.

Poco a poco sus colmillos empezaron asomarse, rozando la parte más vulnerable de cualquier Omega. La parte donde Shouto había decido que le pertenecía.

Inhalando un poco más de su olor y con los colmillos completamente fuera decidió primero dejar un beso tratando de transmitir todo el amor que sentia por el Omega.

Con una mano acariciando el abdomen de su pareja y la otra en una mejilla, se acercó con cuidado abriendo su boca lo necesario, pasando su lengua para después hundir lentamente sus colmillos teniendo el mayor cuidado posible.

El grito ahogado de su pareja, mordiendo uno de sus dedos para que el no se lastimara, podía sentir sus lágrimas escurrir de su rostro.

Sabia que era doloroso, era una zona vulnerable, por eso le había entregado su propia mano.

Al pasar el tiempo suficiente y necesario retiro sus colmillos, para proceder a lamer la zona lastimada y que sanara pronto.

—Lo siento fresita —se disculpo besando las lágrimas ajenas.

—Funciono —una pequeña y adorable sonrisa adorno su rostro sonrojado.

—Funciono —le devolvió la sonrisa, juntando sus frentes. —Te amo Shouto.

—Igual te amo Katsuki.

Estoy actualizando lo de los días que no pude. Así que por eso han tenido muchas notificaciones mías, iamsorry.

Espero que les haya gustado y disculpen mis errores ortográficos.

Hasta pronto

Judith Danet