Día 8: Celos.

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Con sus dedos juega con el lápiz que tiene entre sus dedos. Estaba aburrido, la clase se había cancelado a última hora, pero aún tenía más clases ese día y no podía irse.

Su mirada se detiene a mirar a la beta de cabellos castaños, que trae puesta una sudadera que le es muy familiar para el.

Su rostro se ladea de manera lenta, como si su cerebro le quisiera recordar algo, como si algo importante sucedió y ahora no se puede percatar muy bien de ello.

Puede ver cómo compañera Uraraka juega con el mechón de su cabello castaño, mientras plática con su amiga Tsuyu que igual es beta.

Los gritos de otros compañeros capta su atención, mirando al grupo más escandaloso que conoce.

Su corazón late de la nada demasiado, su rostro empieza arder y sus dedos se mueven ansioso.

Ah, odiaba en veces la manera que lo hacia sentir aquel Alfa rubio cenizo, como podía hacer sentir sus piernas temblar sin la necesidad de ni siquiera acercarse, su rostro arder sin ni siquiera mirarlo, lo hacía sentir como si no existiera.

Sus ojos disparates siguen atentamente hacia donde se dirige el mayor.

Su corazón pasa de haberse sentido como si flotara, a caerse desde lo alto de acantilado profundo y obscuro.

Sin poder ir evitar muerde su labio inferior, para que no temblará y sus ojos de la nada se sienten húmedos.

¿Qué esta pasando?

¿Porqué sonríe así?

¿Desde cuándo la mira así?

¿Qué esta haciendo?

¿Porqué su brazo rodea a la castaño?

¿Desde cuándo usa el suéter del Alfa?

¿Qué esta sintiendo de la nada?

¿Porqué si pecho duele?

¿Desde cuándo empezó a llorar se manera silenciosa?

No sabe que está sucediendo, su cerebro quiere pensar que no está viendo lo que sus ojos percibe.

Quiere creer que aquellos ojos rubí no están brillando por ver a la chica de cabellos castaños, que el no está prestando atención como sus dedos entrelazan el mechón que habia estado jugando con anterioridad la chica.

Parpadea sintiendo caer sus lágrimas, sus puños se cierran dejando marcas roja sus uñas.

Levantándose lentamente a los baños se encierra en un cubículo. Sentado en la tapa del inodoro, mira sus manos.

Sus ojos empeizan arder, el revoltijo de sentimientos que siento ahora es un huracán que lo consume.

Los dias pasan de manera tortuosa, si rostro recargado en el escritorio. Su mente vagando en aquel día que tenía demasiado frío y Katsuki le prestó su suéter para que no pescara un resfriado, recuerda perfectamente el olor a caramelo quemado que inundaban sus fosas nasales ese día, el cumplido apenas audible que le dió.

¿Porqué ella?

¿Qué tenía ella?

Esas pregunta solo flotaron fugazmente, al dará cuenta de como es.

Claro que nunca se fijaría en el...

Ella es amable, alegre, inteligente, linda, ella es un ángel.

El no es como ella, el no tiene nada lo que ella es.

¿Acaso Bakugou al menos pensaría en besarlo?

Claro que no, no es ni siquiera la mitad de lindo de lo que es ella.

Verla sonreír lo hace sentir disgustado.

Verla a su lado lo hace querer correr a empujarla.

Verla sonreír a su lado lo hace sentir celoso.

Con solo verla quiere que muera. Un pensamiento egoísta, pero el quiere ser todo lo ella es, pero no puede.

Si tan solo el fuera como ella, quizás Katsuki se fijaría en él.

Aunque la verdad, él Alfa nunca se fijaría en el cuando solo tiene ojos para la beta.

Siento celos a ella, el se siente celoso.

Un sentimiento horrible.

Ya fue mucho soft, ya tenía que escribir algo así

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Ya fue mucho soft, ya tenía que escribir algo así.

Disculpen mis errores ortográficos.

Hasta pronto

Judith Danet.

Omegacember ~ BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora