Día 14: Bozal.

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Caminando por el bosque, teniendo mucho cuidado. Mira a los alrededores teniendo el cuidado para que nadie lo siguiese, la canasta entre sus brazos la fue abriendo con lentitud.

—Kats —llamo en un susurro, esperando que el pequeño lobo que había conocido hace un par de días, viniera a él.

El crijido de hojas lo hizo voltear a una dirección detrás de los arbustos, con sus delgadas piernas se acercó con sumo cuidado, dejando la canasta en el suelo.

Una bola de pelos salto de los arbustos y aterrizó en su pecho, tirándolo en el proceso a la tierra. —Katsuki —se quejó.

El animal se acercó a olfatear en su cuello, buscando tener más acceso al olor floral del menor. Un puff sonó y encima suyo ya no tenía un lobo cachorro, sino aún niño delgado y de cabellos rubios cenizo.

—¿Trajiste la tarta?

—Si, fue fácil convencer a mamá.

—Bien, párate y vamos a comer.

El tiempo paso y los niños que se reunían en el bosque a leer libros y comer los postres que hacía la mamá del cabellos bicolor.

Ambos adolescentes de 16 y 17 años, ahora ya no solo se reunían para charlar, ahora habían evolucionado a inocentes picos de besos a besos franceses.

El Omega recién presentado hace un par de meses, cargaba en su mochila un par de libros y colchas para reunirse con su pareja, que era un Alfa de alto rango que, poseía la habilidad de transformarse en un lobo grande de melena rubia.

Al llegar al punto de encuentro que tenían hace más de 9 años, se dispuso a tender las sábanas y sacar los libros y golosinas que había traído para compartir con el alfa.

Unos crujidos de hojas particularmente  bien conocido para él, lo hizo girar hacia atrás suyo y se encontró un enorme lobo de una melena rubia y ojos rubí profundo y feroz.

Su ceja roja se levantó ligeramente, mirando disgustado el aparato que tenía alrededor de su osico su Alfa.

—¿Porqué tienes esa mierda? —pregunto para sentarse y palmear el espacio libre a un lado suyo.

El famoso y conocido puff se escucho, revelando la figura bien construida del mayor. —Es una jodida mierda que me obligó a usar la bruja de mi madre —el rubio aún desnudo se dejó caer a su lado.

—¿Porqué? —pregunto, tendiendo un cambio de ropa al contrario.

—Mmh, según por qué no quiere que te marque, ya que mi impulso Alfa está dominando. —se dispuso a usar el cambio dado.

—No eres un alfa que dejes que tú instinto te domine.

—Lo se, jodida mierda. Pero aún así la bruja de mi madre desconfía —bujo dejando caer su cabeza en los muslos de su pareja y enterrar su rostro en ellos.

—¿Cuánto tiempo tendrás que usarlo?

—Hasta que pase mi celo.

—Tardarás con esa porquería —arrugo su nariz por disgusto de no poder besar a su novio.

—Odio este jodido bozal, solo lo quitan cuando vaya a comer.

—Sera una larga espera —dijo enredando sus dedos en los mechones rubios.

—Jodida mierda

Sinceramente no he tenido mucha motivación y lo único que deseo es morir

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Sinceramente no he tenido mucha motivación y lo único que deseo es morir.

Judith Danet

Omegacember ~ BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora