🌙 Ningún personaje me pertenece. Todos los créditos a MiHoyo.
🌙 En este libro encontrarás las reacciones de los personajes masculinos a diferentes situaciones y algunos one shot realizados a pedido.
🌙 ¡El +18 está permitido!
🌙 No es necesario...
Hubo un cambio de planes... -insertar redoble de tambores- ¡En realidad tendremos a Itto en esta nueva porción de situaciones! Los demás tendrán que esperar 😔🤚🏻
A C L A R A C I O N E S
– La anterior semana dije publicaría ambas situaciones (1.3 y 2.3) en un mismo capítulo, pero se veía demasiado desordenado, así que decidí separarlo como siempre. – Itto es un personaje sumamente nuevo, así que recién estoy "aprendiendo" cómo es su personalidad. Si tienen sugerencias sobre cómo escribir sobre él o creen que debería cambiar alguna frase, me avisan 💛
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S I T U A C I Ó N #1: Primer encuentro
Personajes: Venti, Bennett, Thoma e Itto
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—No estoy tan segura de que esto sea una buena idea, Barbara—Soltaste un pequeño gruñido después de que Rosaria ajustara aún más el peinado que había pasado largas horas intentando entretejer con tus rebeldes cabellos. A pesar de su improvisada disculpa, la sonrisita que danzaba sobre sus labios te dejaba en claro que no había sido un error—¿Por qué debo ser yo quien se encargue de la ceremonia de la flor de viento?
—Oh, definitivamente yo tampoco estaba de acuerdo—Intentaste escapar de las garras de Rosaria antes de que esta atrapara las cintas sueltas de tu vestido obligándote a permanecer quieta—A lo mejor es un designio de Barbatos.
Rodaste los ojos ante el insulto, aunque Barbara parecía estar de acuerdo por primera vez con las palabras de la hermana.
—Todo lo que digo es que no creo que el resto de las hermanas estén de acuerdo con esa decisión apresurada. Nunca han sido muy...—Acariciaste tus sienes ante el recuerdo de las monjas siguiendo cada uno de tus pasos con la mirada. No las culpabas. Al fin y al cabo, dejarte ser parte de la iglesia era, probablemente, el mayor de los insultos al arconte anemo—...partidarias de mi presencia aquí.
—No digas eso, t/n. Todas aquí estamos muy agradecidas con tu presencia.
Hiciste un esfuerzo por curvar tus labios hasta formar una falsa sonrisa. Contradecir a Rosaria era tu pan de cada día, pero atreverte a romper la burbuja en la que vivía la hermana menor de la Gran Maestra Intendente debía constituir un pecado en sí.
Rosaria apretó los listones de tu vestido lo suficiente para que todo el aire se escapara de tus pulmones. Le dirigiste una mirada furibunda por el espejo, pero ni siquiera el gesto bastó para evitar que la muchacha se desternillara de la risa al ver la imagen que reflejabas. Por primera vez en mucho tiempo, lucías como una monja.
